El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apuesta por Barcelona en el campo científico. De hecho, este viernes, 10 de marzo, ha asegurado que visualiza a la capital catalana como "la verdadera capital científica europea".
Según Sánchez, es un hito que se conseguirá gracias a los 13.000 proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación en Catalunya por un valor superior a los 2.500 millones de euros desde 2018.
INSTALACIONES DEL SUPERCOMPUTING CENTER
Lo ha dicho tras visitar las instalaciones de los superordenadores Marenostrum 4 y 5 en el Barcelona Supercomputing Center. También han acudido la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant; el conseller de Investigación y Universidades de la Generalitat, Joaquim Nadal, y la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay. El gran ausente ha sido Jaume Collboni, candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona.
Para Sánchez, el Supercomputing Center "posiciona a España, Catalunya y Barcelona como líder europeo en supercomputación", y ha destacado el papel protagonista del proyecto en el sector.
El Supercomputing Center en una imagen de archivo / BSC
EJEMPLO DE COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
Según el presidente, el proyecto supone un ejemplo de colaboración público-privada, con la aportación del 51 % por parte del Estado. "Es la concreción de una apuesta compartida entre muchas administraciones que unen sus fuerzas", como la Generalitat, la Unión Europea, la UPC, la ciudad de Barcelona y la Diputación de Barcelona, ha apuntado.
Este proyecto tiene un "papel líder en la estrategia del chip y los semiconductores" a partir de tres grandes vectores: el de la colaboración con empresas líderes, en este caso Intel –con una inverisón de 400 millones en 10 años–, el diseño de los microprocesadores y la creación de empleo y el impacto social –con 300 puestos de trabajo directos–.
"LEY DE CIENCIA"
Sánchez ha hecho referencia a los once centros del CSIC, en los que trabajan más de 850 personas y ha recordado que actualmente es la novena ciudad europa en la lista de producción científica.
"Tras una década perdida, ahora contamos con un marco normativo que da certeza" a los investigadores y científicos y una Ley de Ciencia, que "blinda" la financiación del sector, ha recalcado.