Foment le lee la cuartilla al Govern. La patronal catalana y APCE han levantado la voz contra la resolución catalana de la ley de la vivienda, que indica que cinco pisos bastarán para que un casero sea considerado gran tenedor de vivienda. Foment asegura que esta modificación dificultará el acceso a la vivienda, especialmente en ciudades como Barcelona.
Para la patronal, este cambio provocará la retirada de pisos en alquiler que irán al mercado de la compraventa, “justo el efecto contrario al que se necesita”. A su vez, Foment recalca que esta es “una decisión política que incrementará la inseguridad de un mercado ya suficientemente tensionado”.
La intención del Govern con la reformulación del concepto gran tenedor es hacer el alquiler más accesible, pero para el sector inmobiliario esto provocará una contracción mayor del mercado, así como un deterioro de la calidad y un aumento de la dificultad para encontrar vivienda.
SOLUCIONES AL PROBLEMA
Para revertir esta situación, la patronal catalana apuesta por la colaboración público-privada para incrementar el parque de vivienda asequible, la introducción de incentivos fiscales para introducir viviendas vacías en alquiler y la mejora de la seguridad jurídica frente a ocupaciones o impagos.
La preocupante situación del mercado residencial, tanto en alquiler como en propiedad, se ha convertido en uno de los principales debates públicos, especialmente en el caso de los jóvenes. La dificultad para comprar una vivienda ha tensionado el mercado del alquiler, y contra ello, Foment apuesta por introducir avales públicos a jóvenes con buenas perspectivas en el mercado laboral para descongestionar la demanda de vivienda en alquiler, especialmente en las grandes ciudades.
BARCELONA, SITUACIÓN CRÍTICA
En Barcelona, el problema de la vivienda es crítico, lo que llevó a Jaume Collboni, alcalde de la ciudad, a declarar el municipio como zona de vivienda tensionada en una de sus primeras decisiones al frente del Ayuntamiento.
Para cambiar la situación, el consistorio barcelonés está en la misma cuerda que Foment, y quiere lograr que el sector privado se implique en aumentar la oferta de vivienda junto al sector público. "Lo que debe contar es la colaboración, con varias fórmulas, sin recetas mágicas, pero lo que no podemos hacer es resignarnos y esperar la lógica del mercado, que sabemos que no lo arregla", señaló Collboni el pasado junio, quien insistió en proteger "a los pequeños propietarios".
En el primer trimestre de 2023, los precios del alquiler de Barcelona batieron un nuevo récord, con un precio medio de 1.087 euros mensuales, el mayor de España y por encima del salario mínimo interprofesional. La cifra es casi el triple que hace veinte años, cuando un alquiler en la capital catalana tenía un precio medio de 387 euros.
La búsqueda de pisos compartidos tampoco está aligerando el problema y Barcelona ya se ha convertido en la ciudad estatal con los alquileres de habitaciones más caros, con una media de 485 euros mensuales, según Idealista. En el último año, la oferta de alquiler compartido en la capital ha aumentado hasta un 63%, pero los precios también han escalado un 8%.