El proyecto del Balcón Gastronómico, una piedra en el zapato de Barcelona. Barcelona Serveis Municipals (B:SM) abrirá este otoño el proceso de licitación del último lote del proyecto que busca poblar de restaurantes la zona del Port Olímpic y que, de momento, se está ejecutando con más incertidumbres que certezas.
Ante la escasez de propuestas por la "falta de atractivo del proyecto", el Ayuntamiento es quien está buscando de forma activa encontrar a un adjudicatario, según señalan a Metrópoli diversas fuentes del sector. El último lote que falta por adjudicar consta de un local pequeño, destinado a la restauración, y a tres tiendas especializadas en gastronomía, que se sitúan en el Moll del Gregal.
EXPECTATIVAS INFLADAS
Desde el comienzo de la licitación pública, las pretensiones y expectativas municipales no han ido acompañadas por las empresas del sector. De hecho, el Ayuntamiento ha tenido que "ir detrás de grupos de restauración afines" para que se presentaran al concurso, explican las mismas fuentes.
Este macroproyecto municipal, que se estrenará coincidiendo con el inicio de la Copa América de vela, ha sido ninguneado por la restauración barcelonesa debido al elevado precio de las concesiones, de hasta 500.000 euros, que puede hacer muy complicada su viabilidad económica. Reputados restauradores locales aseguran a Metrópoli "que el precio era excesivo y, junto a la inversión que suponía, acabó provocando dudas a muchas empresas".
Hasta el momento, los grupos que se han adjudicado los locales son restaurantes muy arraigados en Barcelona. Entre ellos se encuentra Casa Carmen, que dispone de siete emplazamientos en la capital catalana; Grup Sagardi, con 14 ubicaciones; El Cangrejo Loco, uno de los míticos espacios de la Barceloneta, o la cadena Platets.
12 CANDIDATURAS PARA 11 LOCALES
De hecho, la mayoría de grandes grupos de la ciudad no se han interesado por el Balcón Gastronómico, y en la primera licitación solo hubo 12 candidaturas para 11 locales. Sin embargo, la cotizada ubicación ha terminado por llenar gran parte de la zona.
El Gremi de Restauració pidió al Ayuntamiento que revisara las condiciones de la adjudicación para las nuevas propuestas gastronómicas. El Gremi avisó de que "la escasa concurrencia, de apenas 12 empresas, pone de manifiesto que los alquileres previstos son abusivos y desproporcionados”.
¿Y DESPUÉS DE LA COPA AMÉRICA?
Los planes de Barcelona son convertir esta zona en una ubicación privilegiada con una propuesta arquitectónica abierta al mar, que invite tanto a pasear como a degustar los platos de algún exclusivo restaurante. Además de los elevados precios de alquiler, los operadores también se han visto ahuyentados a la hora de establecerse en el Balcón Gastronómico por las dudas que genera la zona más allá de la Copa América de vela. La competición es vista por los restauradores de la ciudad como una oportunidad única para elevar el ticket medio gracias a la llegada de aficionados de alto poder adquisitivo, pero temen por el futuro del Port Olímpic una vez acabe la regata.