La hotelera Gargallo factura un 146% más y gana 6,1 millones

Las ventas de la compañía barcelonesa Gargallo subieron como un cohete el pasado ejercicio un 146% y rozaron los 37 millones de euros. Todavía no alcanzan los niveles previos al Covid, pero ya andan muy cerca. Lo que sí se ha recobrado por completo es la tradicional rentabilidad de la casa. Gargallo declaró en 2022 un flujo de caja de 11,7 millones. Las cuentas cambiaron de signo y entraron de nuevo en números negros, con un copioso beneficio neto de 6,1 millones. El año anterior había encajado un déficit de 624.000 euros.

GARGALLO EN CIFRAS (en millones de €)

ESTRUCTURA

La red Gargallo comprende 19 establecimientos, 18 de ellos en propiedad y uno en alquiler, que reúnen 1.518 habitaciones. En Barcelona tiene abiertos diez. Entre ellos figuran Barcino, Colonial, Gótico, Medinaceli, Ciutadella Barcelona, Rialto y el histórico Suizo. Este último, ubicado en plaza del Angel, se encuentra a sesenta metros del cuartel general de Gargallo, sito en Via Laietana. La cadena se completa con media docena de alojamientos en Teruel, dos en Huesca y uno en Reus. El entramado acogió el año pasado a 632.000 huéspedes.

BIENES RAÍCES

Además de la actividad hotelera propiamente dicha, Gargallo realiza otra de forma paralela, consistente en la compra y tenencia de inmuebles, con una clara visión patrimonialista. La práctica totalidad de los hospedajes se hallan en edificios propios y están tasados en el balance en 130 millones. Asimismo, alberga otra veintena de activos, entre ellos locales comerciales, naves industriales y terrenos, adquiridos por 21 millones.

PATRIMONIO ROBUSTO

Gargallo sigue la política de destinar todos los excedentes a fortalecer el balance. Los recursos propios se encaramaron en 2022 hasta 147 millones. Se distribuyen entre un capital de 51 millones, una prima de emisión de 18 y los restantes 78 millones correspondientes a las reservas acumuladas en el curso de su existencia.

PIONERO

El consorcio lo promovió desde la raíz Miguel Gargallo Lázaro. Emigró del municipio turolense de Gargallo a Cataluña a comienzos de los años cincuenta, con una mano delante y otra detrás. Desempeñó varios oficios y amasó un pequeño capital. Con él comenzó su andadura en el mundo de los negocios. En 1953 abrió la pensión Santa Marta, en la calle del General Castaños, en la Ciudad Condal, que todavía mantiene pero reconvertida en hotel de dos estrellas.

TERCERA GENERACIÓN

El fundador pasó a mejor vida en 2018 a los 85 años y su emporio inmobiliario lo heredó su hijo Miguel Gargallo Llaquet. Este falleció súbitamente en abril último, a los 62 años. Su hija Xenia Gargallo Gay, tercera generación de la familia, se vio impelida a asumir las riendas de la gestión, en su calidad de administradora única. Desde entonces gobierna este conglomerado hotelero-imobiliario, que extiende sus tentáculos por Cataluña y Aragón. Grupo Gargallo emplea a medio millar de trabajadores.

Entre las próximas actuaciones previstas figura la transformación en hotel de un antiguo convento de la orden de las Dominicas, en Albarracín (Teruel). La inversión en el recinto ronda los 12 millones.