Gabriel Escarrer (Meliá): “En 46 de los 47 países en los que operamos no hay estos debates sobre el turismo”

Nadie es profeta en su tierra, asegura Gabriel Escarrer, presidente y consejero delegado de Meliá, quien detalla que de los 47 mercados en los que opera su grupo hotelero, sólo en España se producen debates sobre el turismo. El directivo ha afirmado en una charla en el Círculo Ecuestre que se debe repensar el modelo de turismo de masas y borrachera actual, que sumado a los alojamientos temporales está degradando el centro de las ciudades y avergonzando al sector hotelero.

Para Escarrer, el turismo ya no debe "crecer por crecer", pues se está deteriorando las urbes, echando al residente y al comercio de toda la vida y hace que sea muy incómodo vivir en el centro. "Si los cascos antiguos no pueden acoger hoteles, tampoco minihoteles como los apartamentos", sentencia.

El alquiler vacacional, en el punto de mira

Esta masificación está sustentada por el alquiler vacacional, asegura Escarrer, quien cataloga como "absurdo" este auge. "Hay que buscar un turismo de calidad, el modelo de sol y playa no es suficiente y debe combinarse con una oferta cultural, gastronómica, etcétera".

Para lograr este cambio, la seguridad es una de las claves. "Si Barcelona deja de ser percibida como una ciudad segura, nos podemos olvidar de acoger turismo como el americano, que deja mucho dinero y durante mucho tiempo", añade Escarrer, quien confía en que el cambio de alcaldía ayude a revertir el auge de la delincuencia en la capital catalana.

Rivalidad con Madrid

Escarrer sostiene que la rivalidad entre Barcelona y Madrid debe convertirse en colaboración. "Como en el fútbol, uno necesita al otro", bromea, y apuesta por un circuito turístico en el que participen ambas urbes, "pues son tan diferentes que se complementan a la perfección". 

El directivo ha puesto en valor la colaboración publicoprivada ejecutada en la capital catalana desde las olimpiadas, y ha declarado que, especialmente después del Covid, debería haberse puesto a la orden del día otra vez. "Es inconcebible que no exista un PERTE de turismo", ha sentenciado el mandatario, quien ha puesto como ejemplo de buen desarrollo turístico el ejercido por Barcelona en sus alrededores y en la Costa Brava, algo que no se ha hecho tan bien en Madrid, que "no ha sabido mostrar atractivas a Segovia o Toledo".

Enric Sierra, director adjunto de La Vanguardia, junto a Gabriel Escarrer, presidente de Meliá Hotels International, en el Círculo Ecuestre Borràs Camps

Aeropuerto, la cara; cruceros, la cruz

La rivalidad entre Barcelona y Madrid también se palpa en el Aeropuerto del Prat, que lleva décadas debatiendo su ampliación, mientras Barajas sigue creciendo. Escarrer considera "esencial" la ampliación en Barcelona y asegura que "no tiene sentido oponerse a ella, pues sin movilidad no hay turismo". Para el ejecutivo, este movimiento permitirá captar más conexiones con América, Asia y Oriente Próximo, lo cual siempre es positivo.

Con diferentes ojos observa Escarrer el debate sobre los cruceros, que generan un "malestar en las ciudades y una pérdida de identidad". El directivo pone como ejemplo a Palma de Mallorca, donde este debate lleva tiempo sobre la mesa. "Sabemos que no es el modelo ideal, pero se ha decidido limitar el número de buques y repartirlos por la ciudad. Hay que planificar más, desviar el flujo y terminar con las aglomeraciones”, concluye Escarrer.

Inversión millonaria en el Torre Melina

La cadena acaba de inaugurar el renovado Hotel Torre Melina Gran Meliá, antiguo Rey Juan Carlos I, en el que prevé ingresos de 50 millones de euros este 2024. "Ver esta gran ubicación cerrada me rompía el corazón: queremos que se convierta en un espacio para los barceloneses", asegura Escarrer.

Ante la grave situación de sequía que atraviesa Catalunya, el directivo detalla que "no va a prohibir a nadie que se bañe, pero sí que procurará convencerlos de que se duchen". Precisamente en el hotel Torre Melina ya han comenzado a tomar las primeras medidas contra la escasez de agua, como plantar flora autóctona del mediterráneo, pintar el césped con materiales biodegradables y detallar a los visitantes cuál es la situación de emergencia que vive Catalunya.