Competencia desleal y una "mala gestión": las causas tras el descalabro de Stuart en Barcelona
Los sindicatos estudian la forma de impugnar el ERE que afectará a todos los riders en España o, en su defecto, lograr las mejores indemnizaciones
23 abril, 2024 23:30Adiós a la compañía de reparto Stuart. La franco-barcelonesa, propiedad ahora desde la alemana Mutares, ha anunciado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a casi la totalidad de sus trabajadores en España, con especial énfasis en Barcelona, donde tiene más empleados. Solo en la capital catalana, se prevé que más de 250 empleados --entre riders y personal de oficina, se vayan a la calle. Se trata, explica el sindicato CGT a Metrópoli, de un descalabro "que se veía venir", provocado por una "mala gestión" por la compañía, que no ha sabido hacer frente a "una salvaje competencia desleal" de otras empresas que no acatan la ley rider.
El grupo, articulado en dos empresas, prescindirá de la totalidad de los 237 repartidores en la capital catalana y los 76 que trabajan en Madrid, incluidos los que trabajan en calidad de autónomos, una "pequeña fracción de la plantilla que, cuando entró en vigor la ley, se les ofreció un contrato fijo, pero decidió no cambiar su régimen laboral a asalariados", detalla CGT. Se trata del 100% de los trabajadores de Stuart Delivery S.L.
Por otro lado, el ERE afectará también a los trabajadores de oficinas, vinculados a Stuart Urban S.L, que cuenta con cinco centros de trabajo en España, siendo el de la capital catalana (82 trabajadores), el más numeroso. Sin embargo, "una pequeña parte que todavía no se ha comunicado mantendrá su empleo. Esto se debe a que los trabajadores tienen sueldos más bajos que en otros países, por lo que quedarán los imprescindibles para mantener la aplicación", aseguran. Finalizado el proceso, que todavía no ha arrancado con la fase de consultas, Stuart se despedirá oficialmente de España, pero seguirá operando en otros países europeos.
Causas
Tras la decisión se encuentra, explican, una "mala gestión", que no ha sabido hacer frente al "escenario salvaje" que presenta actualmente en España el sector del delivery. Stuart fue una de las empresas que, con su entrada en vigor en 2021, decidió acatar la ley rider, pasando a la mayoría de su plantilla a un régimen laboral de asalariados. "Es muy difícil competir, siendo más pequeños, contra los gigantes del sector que copan una cuota de mercado mucho mayor e incumplen sistemáticamente la ley, pudiendo, sencillamente, pagar las sanciones".
¿El resultado? La empresa acumula, según explicaron en un comunicado interno al que ha tenido acceso este digital, unas pérdidas que desde 2019 suman un total de 25,95 millones de euros, un castañazo que le imposibilitará seguir abonando los pagos mensuales para este abril (Stuart Delivery) y mayo (Stuart Urban). Solo en 2023 la empresa perdió de media "un total de 3,48 euros por envío".
A ello se suma que, durante el pasado 2023, "Stuart ha perdido a JustEat de cliente en el Reino Unido", un cliente que suponía el 86,5% de los envíos totales de Stuart Inglaterra, el 87,3% de sus ingresos y el 95,3% de su margen bruto.
Tampoco ha debido ayudar la sentencia del Juzgado de lo Social número 18 de Barcelona, que condenó el pasado febrero a pagar 237.000 euros a la Tesorería General de la Seguridad Social por las cuotas correspondientes a 108 repartidores que, entre 2016 y 2019, debían estar en plantilla, pero trabajaban como falsos autónomos. A la edición de este artículo, Stuart no ha respondido a las preguntas formuladas por Metrópoli.
Resignación
El sindicato, mayoritario en el mercado, ha acogido con "resignación" la noticia. "Era una crónica de una muerte anunciada. Ahora, solo podemos centrarnos en pelear por conseguir las mejores indemnizaciones posibles para los trabajadores. Aun así, estamos estudiando con nuestros servicios legales si se puede impugnar el ERE", han explicado.
Sangría en el sector delivery
La marcha de Stuart significa la pérdida de un actor más en el mercado del reparto a domicilio. A lo largo de los últimos años, empresas como Getir, Deliveroo o Gorillas han abandonado España o, directamente, han cesado su actividad. Otras, como es el caso de Shargo, han cambiado oficialmente la orientación del negocio, pasando del Busines to Consumer (B2C) al Business to Business (B2B). "Queda por ver si la próxima en caer ante esta situación de competencia desleal será JustEat", contemplan las fuentes consultadas. La danesa, muy popular en España, es de las --cada vez menos-- que acató la ley rider y todavía sigue en pie.
Todo ello, valoran, forma un caldo de cultivo perfecto para los grandes actores de este sector. "Se saltan la ley rider y, hasta que toca pagar las sanciones, hay que pasar por una inspección del trabajo y un proceso judicial. Para cuando este último termina, aunque tengan que pagar, ya han caído varios competidores", explican.
Con todo, la marcha de la empresa en España no solo supone la pérdida de uno de los --cada vez menos-- actores en Barcelona dedicados al reparto de comida a domicilio, sino uno también de los que respetaban la legislación vigente española. Previsiblemente, más de 250 trabajadores de Barcelona se quedarán en la calle, una cifra que rondará entre los 400 y los 450 en toda España.