Veleros amarrados en el puerto de Barcelona

Veleros amarrados en el puerto de Barcelona

Economía

Alarma entre los empresarios náuticos por la escasez de demanda para ver la Copa América desde el mar

Más de un millar de embarcaciones surcarán las aguas los días de regata, con el objetivo de hacer caja con los espectadores de la competición, pero de momento las reservas son muy escasas

28 mayo, 2024 23:30

Zozobra en el puerto. El exceso de tours con veleros para ver la Copa América de vela desde el mar de Barcelona puede terminar con el equilibrio entre oferta y demanda en la zona marítima. De hecho, diversos operadores del sector alertan a Metrópoli que, de momento, el número de reservas es prácticamente nulo.

A la espera de que llegue la Copa América --y sus supuestos 2,5 millones de visitantes, según un estudio de la Universitat Pompeu Fabra (UPF)--, los navegantes temen que el evento sea un bluf. La organización ha cerrado un acuerdo con cinco operadores, que se han convertido en partners oficiales y gozarán de una ubicación privilegiada en el mar. Por su parte, las grandes marcas, ya "sea Coca-Cola, Isdin, Puig u otras ya tienen sus barcos reservados desde hace tiempo", lo que ha dejado fuera de juego a los particulares a la hora de alquilar sus embarcaciones, señalan fuentes del sector.

Mientras, un millar de barcos se congregarán en los alrededores intentando hacerse un hueco. "Puede haber una avalancha de veleros y la experiencia turística será lamentable", alertan empresarios del sector a este medio.

Desinformación

La organizadora de la Copa América no está informando de nada a las empresas que ofrecen este servicio, que temen que sea muy difícil navegar con tantas embarcaciones. Y existe otro temor aún peor: que los usuarios --que habrán pagado más de 2.000 euros por el viaje-- puedan ver la carrera en condiciones. El millar de veleros convivirá con yates y catamaranes en apenas 800 metros de longitud. Los barcos, al estar en alta mar, no pueden soltar el ancla, sino que deben estar permanentemente moviéndose de un lado a otro. Se intuye un posible caos circulatorio en alta mar.

El boom no sólo ha salpicado a los amarres barceloneses, sino que marines de otras zonas se han apuntado a la fiesta. Todo el mundo quiere sacar tajada tras los años pandémicos a medio gas y llegarán veleros desde Baleares, el Port Ginesta, Mataró o la Costa Brava.

"El primero que llegue, tendrá mejores vistas"

"Será un campi qui pugui", sostiene un empresario del sector que prefiere mantener el anonimato y que defiende que, "para ser uno de los eventos más selectos del mundo, la desinformación y el caos están a la orden del día". Si en la Copa América de Valencia, hace 20 años, unos 650 barcos ofrecían este servicio marítimo, está previsto que en Barcelona zarpen más de 1.000.

Adrià Pessarrodona, de Sondevela, defiende que "a pesar de toda la incertidumbre, será un año especial, una experiencia inolvidable". Pese a ello, explica que "esperaban tener más reservas hasta ahora".

Imagen de las posiciones de veleros, yates y catamaranes durante la competición

Imagen de las posiciones de veleros, yates y catamaranes durante la competición

Más de 3.000 euros por viaje

El elevado precio es un gran problema para aumentar la demanda. Tras dos años en los que las empresas han estado "maltratadas" por las obras en el Port Olímpic, los dueños de los veleros han visto un filón de oro en la Copa América. "¿Si los hoteles disparan sus precios por cuatro o por cinco, por qué nosotros no podemos hacer lo mismo con los tours?", fue una frase repetida en las diversas reuniones que mantuvieron los empresarios del sector con la organización a la hora de fijar precios.

El viaje con todo incluido, que se encarama por encima de los 3.000 euros por persona, puede disuadir a muchos turistas. Son cifras que "un cliente que no sea muy fanático de la vela no está dispuesto a pagar". Por contra, aquellos que sí tengan un alto conocimiento del sector "ya tienen sus contactos y sus reservas hechas con los barcos oficiales".