La construcción de la estación central del AVE en la Sagrera está propiciando muchos y lucrativos negocios. Uno de ellos es el de la compra de terrenos, que da lugar a auténticos pelotazos urbanísticos. Una de las familias beneficiada por la casuística terrenal es la familia Grifols, propietaria de los laboratorios del mismo nombre y considerados uno de los clanes más ricos de España. Si dinero llama a dinero, éste es el caso paradigmático que hace bueno el refrán.
Los Grifols pueden hacer más de oro todavía tras la compra de los terrenos en las calles Fernando Pessoa y Martin Luther King, los terrenos al lado de las vías de tren y cerca de la estación del AVE donde se podrán construir viviendas y locales comerciales con una cierta flexibilidad. Em esta zona, la acaudalada familia ha comprado dos terrenos, el germen de un negocio que supondrá decenas de millones de euros de beneficio. Las fincas vendidas se crearon tras el proyecto de reparcelación de la zona.
23 millones
Una de las fincas, ubicada en la calle Fernando Pessoa, tiene 2.585 metros cuadrados, pero el techo de edificabilidad para vivienda libre es de 15.622 metros cuadrados, mientras que para locales comerciales se eleva a 1.213 metros cuadrados. El precio de la venta fue de 23.383.571 euros. La compañía a través de la que se hizo la compra fue Rehabilitación de Edificios Satenur.
En esta sociedad figuran, entre otros, Pedro Molina, socio de Grifols y Tomàs Dagà, consejero de la multinacional farmacéutica. Este último está considerado el hombre de confianza de los Grifols. También figuran como responsables de la compañía inmobiliaria Julián Martínez e Ignasi Bruguer, que forman parte de los consejos de varias empresas de la familia.
Otro terreno de 13 millones
Otra finca, en la calle Martin Luther King, costó 13.051.944 euros. Fue vendida a la compañía Action Trade, en la que confluyen intereses de las empresas Quadriga Real Estate y Ponder Trade. Ambas sociedades están controladas por dos ramas de la familia. La primera es propiedad de la patrimonial Scranton, con sede en los Países Bajos, controlada por los Grifols Roura. La segunda pertenece a los Grifols Gras, una rama de la familia que también es accionista de la farmacéutica.
El terreno adquirido por Action Trade tiene 1.441 metros cuadrados, con licencia para construir 7.748 metros cuadrados de viviendas y 1.092 metros cuadrados de locales comerciales. Fue vendida por algo más de 13 millones de euros. Esta finca está a 400 metros del centro comercial La Maquinista y se prevé construir en ella 96 viviendas de régimen libre.
Se da la circunstancia de que las dos sociedades que compraron las fincas tienen la misma sede social en Barcelona. En total, los Grifols se hicieron con un techo edificable de 23.370 metros cuadrados de viviendas. En el sector se calcula que el precio medio del metro cuadrado en la zona es de alrededor de 5.800 euros, por lo que el monto del negocio asciende a más de 136 millones de euros (si contamos los locales comerciales). El coste de los terrenos fue de solo algo más de 36 millones de euros, a los que hay que sumar el coste de las edificaciones, aunque el margen es más que suficiente como para atisbar un negocio monumental.
Aedas también saca provecho
En la calle Fernando Pessoa también se vendió otra parcela de una superficie de 2.090 metros que tiene permiso para edificar 11.712 metros cuadrados de vivienda y 1.608 metros cuadrados de locales comerciales. En ese terreno se pueden construir un máximo de 146 pisos. Esta parcela fue adquirida por la sociedad Aedas Homes Opco. Se trata de una sociedad madrileña presidida por Alberto Delgado Montero y en cuyo consejo de administración se sientan también David Martínez Montero y María José Leal de Carlos.
Aedes es una sociedad controlada por el fondo norteamericano Castlelake, especializado en inversiones en empresas con problemas de deudas, créditos hipotecarios y situaciones complicadas, pero también es un grupo especializado en la promoción residencial. El mes pasado, Aedas Homes fue condenada a pagar 2,7 millones de euros a la constructora Vialterra, el tercer grupo constructor andaluz. Ambas compañías tenían un contrato por el qua la andaluza debía realizar las obras para Aedes. Ante la propuesta de esta última de utilizar un determinado revestimiento, Vialterra se negó alegando que podría suponer graves riesgos técnicos. Ante ello, Aedes rescindió unilateralmente el contrato y Vialterra acudió a los tribunales, ganando el pleito. El pelotazo cerca de la Sagrera le podrá redimir un poco el mal trago de esa operación.