La UPC le dobla el pulso al Ayuntamiento y paraliza un concurso de formación de mayores
La Fundación de la institución universitaria quedó excluida de una licitación municipal por no especificar correctamente los salarios que pagará
27 agosto, 2024 23:30La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) acaba de ganar un pleito al Ayuntamiento y ha paralizado el contrato de la formación digital de mayores. Se trataba de un contrato de 351.000 euros, adjudicado a finales del pasado mes de abril a Ponrec Assessors. La Fundación Politécnica de Cataluña (FPC), de la UPC, fue excluida del concurso por, aparentemente, presentar una oferta anormal o desproporcionada. El servicio de formación se imparte desde los espacios y casales de gente mayor a través de un equipo de profesionales. El programa de formación dura dos años, pero el propio contrato prevé una prórroga por otros años, por lo que el monto total final asciende a 700.000 euros.
La denuncia de la Fundación de la UPC se debió a que ella y otra empresa participante en la licitación, Cegos España Learning, fueron apartadas del concurso por una supuesta baja temeraria o baja anormal. Un informe del Departamento de Promoción de la Gente Mayor del Ayuntamiento señala como justificante de la exclusión que “una vez revisada la justificación presentada por la Fundación, se observa, en el desglose de la partida de costes salariales, no se informa del salario anual para los formadores, de tal manera que no se puede comprobar si los importes aplicados están por debajo del convenio de referencia”.
Baja no justificada
Alude, también, a una de las cláusulas de la licitación en la que se dice que “los importes salariales fijados en el convenio indicado es el que rige a los efectos de determinar ofertas anormales y durante la ejecución del contrato. El hecho de no aplicar el convenio sectorial de referencia comporta la exclusión del procedimiento o resolución del contrato, siempre y cuando estos importes sean inferiores a los establecidos en el convenio sectorial de referencia”.
Según el Ayuntamiento, la viabilidad de la oferta presuntamente anormal no quedó suficientemente justificada. En las tablas que luego incluía en los informes finales de las licitantes figura que los costes salariales estaban muy por debajo de lo normal del convenio. La fundación universitaria presentó documentación que rebatían ese parecer y demostraba que sus salarios están dentro de los normales en el sector (para el Ayuntamiento, estaban un 11,78% por debajo de lo legal del convenio).
Discrepancias con los números
La sentencia recoge que la UPC, ya en una primera alegación, incluía la justificación de la viabilidad de su oferta y detallaba los costes. El Ayuntamiento afirmaba que la Universidad pagaba la hora de formación a sus formadores a 14 euros, cuando debería pagar a 21 euros, según las cláusulas del contrato. Pero la entidad rebatió esas cifras: pagaba a 15,91 euros, más otros 5,09 euros correspondientes a la cotización a la Seguridad Social y a las cuotas de clasificación nacional de actividades económicas, por lo que el coste por formador era de 21 euros la hora. No obstante, no especificaba el salario anual por formador.
La justicia critica los argumentos del Ayuntamiento, “que aunque recogen argumentos y resultan razonables, no fueron conocidos por la empresa recurrente, por lo que procede estimar este motivo del recurso en el sentido de anular la exclusión de su oferta, así como la adjudicación del contrato a favor de Ponrec, en orden a retrotraer las actuaciones al momento de la valoración de la justificación de la oferta de la FPC para que se proceda a motivar, de manera suficiente, el informe de rechazo de aquella oferta”.
Una empresa con experiencia
Pero, además, la institución universitaria exponía que esta entidad ya colabora desde hace dos años en el Programa Social de Gent Gran de la Fundación Bancaria La Caixa, con un objeto similar al concurso municipal. Por tanto, ya disponía de todas las herramientas propias y necesarias para acometer las tareas. El tribunal no se enfoca en esta cuestión, ya que el órgano de contratación "es el responsable de la evaluación y clasificación de las solicitudes admitidas". Aun así, el tribunal destaca que “lo cierto es que, por su naturaleza intrínseca, muestra cierta vinculación con las condiciones de solvencia técnica y profesional”.
Los cursillos de formación de la gente mayor se llevan haciendo desde que hubo la pandemia. “Está demostrado que las personas mayores conectadas con más activas mentalmente y que el uso de las nuevas tecnologías aportan beneficios”, dicen los informes municipales. Entre estos beneficios se encuentran la mejora de la calidad de vida, el mantenimiento de los mayores en un modo activo y saludable, favorece la autonomía, fortaleciendo la independencia y permite, además, mantener y ampliar la red de contactos. Los principales canales para esta formación son el correo electrónico y la mensajería instantánea, que ayudan a “combatir las situaciones de soledad”. Según el consistorio, los mayores adolecen de desconocimiento de los dispositivos móviles y se encuentran a veces con dificultades por la complejidad de su uso, por lo que desde el Ayuntamiento se les quiere brindar apoyo para que aprendan a utilizar en su provecho las nuevas tecnologías.
“Una de las claves para acercar las tecnologías de la comunicación a la gente mayor es despertar su curiosidad a través de temas que les interesen”, argumentan desde el Ayuntamiento. La formación digital se convierte, así, en una herramienta fundamental tanto en el impulso de la calidad de vida de los mayores como en la base de sus relaciones sociales y, de rebote, en el combate contra la soledad y el aislamiento. El tropiezo del recurso de la UPC, no obstante, no afectará a la formación digital de los mayores barceloneses los próximos años, puesto que se trata de volver a replantear los informes emitidos y readjudicar el contrato.