La marisquería de Toni Albà en Vilanova vuelve a naufragar y cierra con pérdidas otra vez
Cuina de Mar no levanta cabeza desde que abrió las puertas ocho años atrás y sigue con patrimonio negativo
10 septiembre, 2024 23:30Al cómico Toni Albà se le conoce por las groserías e insultos que profiere contra quienes no comulgan con sus ideas separatistas. En cambio, apenas es de dominio público otra actividad profesional que desarrolla de forma paralela y al margen de su oficio de bufón.
Se trata del restaurante “1918 Cuina de Mar”, sito en el paseo marítimo de Vilanova i la Geltrú. Toni Albà y su hermana Núria regentan el establecimiento desde hace ocho años.
Historia secular
Las mismas dependencias alojaron durante un siglo el legendario Peixerot. Este se erigió en un templo de la alta gastronomía marinera, de visita casi obligada para los amantes de los productos del mar. Por desgracia, la crisis arrastró al Peixerot. Suspendió pagos en 2013 y bajó la persiana dos años después.
Reestreno
Toni y Núria, oriundos de Vilanova, tomaron el relevo con el propósito de recuperar el buen sabor que había dejado el Peixerot. Alquilaron el local y lo inauguraron en el otoño de 2016, rebautizado con el nombre “1918 Cuina de Mar”.
Gestión deficitaria
La profesión de hostelero es dura y absorbente como pocas. No todo el mundo está capacitado para regentar un mesón. A juzgar por las magnitudes económicas de Cuina de Mar, las cualidades gestoras de Albà y su hermana son manifiestamente mejorables.
La entidad facturó el año pasado 468.000 euros, un 5% más. Pese al alza, las cuentas se mantuvieron en la zona negativa y se rubricaron con unas pérdidas de 37.000 euros, la mitad que el ejercicio anterior.
Desfase patrimonial
Con dicho saldo se elevan hasta 200.000 euros los números rojos arrastrados en el balance. Asimismo, el agujero patrimonial de Cuina de Mar se agranda y ya ronda los 100.000 euros.
Esta fatal circunstancia significa que la sociedad se halla incursa en causa de disolución. Pero la esquiva gracias al cambio normativo introducido por el Gobierno, que permite a las empresas no computar los quebrantos registrados durante los ejercicios de la pandemia 2020-2021.
Pasivos
Cuina de Mar debía a los bancos 68.000 euros al cierre del último año, así como 132.000 registrados en concepto de “otras deudas”.
En el activo figuran dos plazas de aparcamiento sitas en la calle Escolapis de Vilanova.
Los ocho años de la familia Albà como promotora de "1918 Cuina de Mar" se resumen en seis con cifras negativas y dos con positivas. El importe agregado arroja un descubierto de 220.000 euros.