Las políticas restrictivas de Collboni pasan factura a Barcelona: cae del Top europeo del sector inmobiliario
- Un informe señala que el control sobre el alquiler y la disponibilidad de suelo han perjudicado la percepción de los inversores en la capital catalana
- Relacionado: La Generalitat apuesta por convertir Barcelona en el puerto digital del Mediterráneo
Las políticas restrictivas del Ayuntamiento de Barcelona sobre el mercado del alquiler no han tenido un buen recibimiento en Europa. La prensa internacional se hizo eco del plan del alcalde, Jaume Collboni, de eliminar 10.000 pisos turísticos y las consecuencias del anuncio se han empezado a ver.
El mercado inmobiliario europeo ya no percibe Barcelona como una de las mejores ciudades europeas para invertir.
Fuera del Top 10
El último informe de Tendencias en el mercado inmobiliario en Europa 2025, elaborado conjuntamente por PwC y Urban Land Institute, muestra que la capital catalana ha caído del Top 10 y se sitúa justo un puesto por debajo.
"Barcelona ha bajado del top 10, impactada por la inestabilidad política y las desafiantes regulaciones sobre el alquiler", indica el estudio con contundencia.
Control de alquileres
PwC y Urban Land Institute han señalado un par de factores que afectan negativamente a la ciudad. En primer lugar, los inversores inmobiliarios han mostrado preocupación por el control de los alquileres.
En este sentido, el estudio destaca que a menudo se compara Barcelona con Madrid en este aspecto y la capital catalana sale la más desfavorecida.
Por otro lado, se hace hincapié en el tamaño del mercado. Concretamente, en la disponibilidad de suelo en ciudades como Barcelona y Oslo, que es "especialmente restringida, lo que socava otros factores que pueden favorecerlas".
Madrid, en segundo puesto
Madrid, en cambio, ha subido al segundo puesto, solo por detrás de Londres. La alta calidad de vida y factores macro y microeconómicos son los que han atraído a los agentes inmobiliarios a la ciudad.
Desde 2020, la capital española ha escalado seis puestos en cinco años.