Reducen hasta un 50% los alquileres de los comercios de la Rambla afectados por las obras de reforma
- Los trabajos de la zona están obligando a las propiedades a renegociar rentas a la baja con sus inquilinos debido a la caída del flujo de peatones
- Más información: Así será la nueva Rambla de Barcelona
Desde hace unos meses, los andamios, los operarios, las grúas y las vallas amarillas se han convertido en el nuevo atrezzo de la Rambla, que protagoniza una de las mayores transformaciones urbanísticas de la ciudad. El proyecto de reforma establecido prevé una inversión de 55,6 millones de euros para convertir esta avenida del siglo XVIII en una más cultural, sostenible e inclusiva, alineada con la identidad barcelonesa.
En menos de tres años, el Ayuntamiento de Barcelona espera recuperar este espacio tan “dañado” por la masificación turística y potenciarlo como eje dinamizador no solo de Ciutat Vella, sino de la ciudad en general. Una oportunidad para reconectar, además, los barrios del Raval y el Gòtic, que desde hace unos meses ya es una realidad.
Sin embargo, la renovación de la zona actualmente está obligando a las propiedades a renegociar rentas a la baja para facilitar la subsistencia de los inquilinos, ya que “el tráfico de clientes ha sufrido un descenso importante”. Así lo indican desde la consultora inmobiliaria Laborde Marcet a Metrópoli, quienes apuntan a rebajas del 50%.
Descenso en los alquileres
Vienen tiempos difíciles para los comercios de la Rambla de Barcelona. Las obras, que prevén terminar en febrero de 2027, han provocado una caída del flujo de peatones en la zona, una situación que está afectando al bolsillo de los comerciantes. Sobre todo de aquellos que se encuentran en tramos donde el acceso está totalmente restringido.
“Determinados locales han optado por cerrar algunos días porque no les entra ni una persona”, señala a este medio Ángela Sánchez, directora del departamento High Street Retail de la compañía catalana. “Otros han decidido abrir tan solo de jueves a domingo”, añade la misma.
Esta situación también se extiende a los locales de las calles aledañas, tal como lamentaron hace unos días los comerciantes de Galeries Maldà a este digital, cuyo cliente principal es el turista.
Rebaja del 50%
En más de una ocasión, los arrendatarios exigen la rebaja del 50%. Ante esta situación, Sánchez aconseja a los propietarios a ayudar a su inquilino (siempre que este sea buen pagador), del mismo modo que se hizo durante la pandemia. “Tenemos casos en los que se ha aceptado”, apunta la experta.
Otros, en cambio, solicitan pagar a éxito, es decir, según la facturación mensual. En estos casos es más difícil que el propietario del espacio acepte, tal como explica Sánchez a este medio. “Algunos se han comprometido, pero solo durante el tiempo que la obra esté delante de la puerta del local”, señala la misma.
Lo que está claro, según expresa la experta de Laborde Marcet, es que los comercios de la Rambla están perdiendo dinero. “Ha habido movimientos”, apunta Sánchez, que añade que en los últimos meses “algunos locales han cambiado de inquilino”.