El eje comercial de la calle Gran de Gràcia de Barcelona
El comercio de proximidad de Barcelona, ahogado ante la reducción de la jornada laboral
El presidente de Pimec Comerç ha denunciado que los empresarios deberán hacer más horas si no quieren perder facturación
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La reducción de la jornada laboral provocará, paradójicamente, que los pequeños empresarios de Barcelona trabajen más horas. ¿La alternativa? Reducir el horario de apertura, lo que conllevaría una bajada de las ventas.
“Siempre afectará de la misma manera. O con un incremento de costes o con la pérdida de rentabilidad”, ha denunciado el presidente de Pimec Comerç, Antoni Torres.
Diez horas más al mes
El Consejo de Ministros presentó la semana pasada el anteproyecto de ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo, con la que se permitirá disminuir el horario a 37,5 horas semanales.
El presidente de Pimec Comerç ha asegurado que las 10 horas mensuales que se dejarían de trabajar las asumirá el autónomo, propietario del negocio, y se sumarían a las 55 horas que ya trabajan de media.
La carga de trabajo se puede evitar con la contratación de una persona, pero es una opción que tampoco solucionaría nada, según Torres, ya que la facturación sería la misma pero con los costes de personal.
Barceloneses en Portal de l'Àngel, una de las principales calles comerciales de la ciudad / EP
Convenios colectivos
“Estamos absolutamente en contra de esta medida tal y como se está planteando, de una forma unilateral y sin tener en cuenta ni mercados, ni tamaño de la empresa, ni sector”, ha aseverado el presidente de la patronal.
Torres ha planteado que la medida se debe pactar con el Consejo Económico y Social o directamente aplicar la jornada reducida a través de los convenios colectivos de cada sector.
30% de los trabajadores
“El ‘café para todos’ es algo que no sale bien. ¿Afectará de la misma manera a un establecimiento de proximidad de alimentación que a uno dedicado a la reparación de automóviles? Claro que no”, ha replicado.
En este sentido, el presidente ha recordado que el pequeño comercio en Catalunya representa el 16% del PIB y que el 30% de los trabajadores de la comunidad autónoma ya están por debajo de las 37,5 horas semanales.
Gran de Gràcia / GOOGLE MAPS
"Populista"
Por este motivo, Torres ha tildado la ley de "populista". "¿Quién no quiere trabajar menos, cobrando más?”, ha preguntado con ironía.
Además del horario y el salario, ha defendido, en materia del ámbito laboral también se deben medir la productividad y el absentismo, ambas con datos alarmantes en Catalunya.
Aprobación definitiva
La ley todavía no es definitiva, aún debe aprobarse en el Congreso de los Diputados y someterse a las enmiendas propuestas por las diferentes formaciones para recibir sus apoyos.
Por el momento, la patronal se ha reunido con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a quien le han trasladado sus preocupaciones en el mercado catalán. También han conversado con el conseller de empresa de la Generalitat y con distintos partidos políticos.
Presión sobre los autónomos
Estos los últimos años, Barcelona ha sido testigo del cierre de varias tiendas emblemáticas en sus barrios. Ejemplo de ello es la histórica llibrería Sant Jordi, que tuvo que bajar la persiana tras la muerte de su propietario por quedarse sin relevo generacional, o el bar Can Lluís del Gòtic, por la subida del alquiler.
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El presidente de la patronal del pequeño comercio ha reivindicado que la presión sobre los autónomos es cada vez mayor, con más burocracia y un incremento de los costes, especialmente en la capital catalana.
Medidas como la reducción de la jornada laboral, ha indicado Torres, no ayudan a aligerar la carga de los pequeños propietarios y los asfixia.
