
Carnicería Andreu, en el Mercat de Sant Andreu de Palomar
Andreu, carnicero en un mercado histórico de Barcelona: "Los paradistas vivimos al día, intentamos que no sobre producto"
El paradista del mercado local detalla que gran parte del gremio en la provincia pudo librarse de las pérdidas del apagón gracias a la conservación de la cadena del frío y a la vuelta del suministro antes de que esta se viera comprometida
Barcelona se recupera tras el histórico apagón eléctrico con un objetivo: "Volver a la normalidad"
"Vino de unas pocas horas. El sector podría haber sufrido pérdidas significativas". Este es el resumen de lo que vivió Andreu, carnicero en el Mercat de Sant Andreu de Palomar, durante el apagón eléctrico que puso en jaque a toda España.
El trabajador de la carnicería, en funcionamiento desde 1920, explica que gran parte del gremio en la provincia de Barcelona pudo esquivar la bala que hubiera supuesto la pérdida del género gracias a la prevención y las dinámicas del comercio de carne.
"Que sobre la menor cantidad de producto posible"
En su establecimiento, ubicado en el barrio barcelonés, el corte de luz duró unas seis horas, narra. La nevera para la carne tiene capacidad de aguantar sin romper la cadena del frío unas 12 horas, mientras que los congeladores, si se dejan cerrados, pueden aguantar entre 48 y 72 horas.
"Los paradistas vivimos al día, intentamos que nos sobre la menor cantidad de producto posible al cierre de la jornada", añade Andreu, celebrando que se mitigó el riesgo a grandes pérdidas porque el producto se echara a perder.
La afectación, analiza, se limitó "a la caída de las ventas por haber cerrado antes el lunes".
Distribución normal
El corte de luz en Sant Andreu duró relativamente poco. No obstante, explica que carniceros de otras zonas de toda la provincia sí sufrieron un apagón de más horas. Por precaución, los comerciantes que trabajaban en el momento del apagón "guardaron el producto, cerraron los negocios y se fueron a casa".
El suministro de la carne funciona de forma distinta al de otros productos como el pescado. Son las propias empresas cárnicas de Mercabarna las encargadas de proveer de suministro al comerciante detallista cada día.

Una carnicería en una imagen de archivo / FLICKR
Más información del Institut de Mercats
Esa flexibilidad a la hora de hacer los pedidos también ha sido un elemento positivo a la hora de mitigar lo que podría haber terminado en un serio problema de pérdidas para los comerciantes.
El paradista, no obstante, afea no haber tenido suficiente información por parte del Institut de Mercats de Barcelona durante las horas de incertidumbre.
Con todo, si bien en algunos casos el susto duró "unas pocas horas", en otros la situación se ha alargado pero, afortunadamente, había mecanismos y resortes para soportar un daño que no ha llegado a producirse de forma generalizada en el sector.