El ex director de aeropuertos de Catalunya, Òscar Oliver; y el decano de comunicación de la UVIC y analista, Josep Burgaya, en las jornadas del Barcelona Desperta
El Aeropuerto de Barcelona, con vistas a 2040: una instalación “global” para uso comercial y de negocio
Expertos consultados durante el foro Barcelona Desperta recalcan que la infaestructura ha de potenciar la economía en general y no solo el turismo
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Un aeropuerto global, que ayude a captar inversiones e internacionalice el talento y las empresas locales. Con capacidad para el turismo intercontinental, pero con cuidado de no potenciar solo el turismo y el turismo low cost.
Ese es el papel que ha de ocupar el Aeropuerto de Barcelona - El Prat, según han coincidido el analista Josep Burgaya y el exdirector de Aeropuertos de Catalunya, Òscar Oliver, en el marco de la tercera edición del foro Barcelona Desperta.
La ampliación del aeropuerto tiene la mirada puesta, por un lado, en Asia y, por el otro, en América del Norte —es decir, Estados Unidos, México y Canadá—. Pero no se trata de atraer únicamente al turista extranjero, sino que el principal papel de la nueva terminal ha de centrarse en los viajes laborales, empresariales y comerciales, han señalado los expertos.
En este sentido, han recordado la labor realizada desde el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas, que desde 2005 ha aumentado las conexiones internacionales directas de 10 a 50.
Una ventana al mundo del tejido local
Según el exdirector de Aeropuertos de Catalunya, el objetivo de la ampliación es captar más conexiones intercontinentales directas. Gracias a ello, las empresas locales podrán internacionalizarse y exportar sus productos, al mismo tiempo que se capta inversión extranjera, ha explicado.
El ex director de aeropuertos de Catalunya, Òscar Oliver; y el decano de comunicación de la UVIC y analista, Josep Burgaya, en las jornadas del Barcelona Desperta
Pero, “si no va acompañado de políticas públicas que atiendan esta cuestión, tenemos un problema: el impacto del turismo que generará la ampliación”, ha señalado Burgaya.
Nuevos mercados
Con cerca de 1,4 millones de pasajeros procedentes de Asia en 2024 que llegaron a la capital catalana con vuelos indirectos, abrir una conexión directa multiplicaría dicha cifra, ha ponderado. Más allá de China, Japón o Corea del Sur, también hay gran potencial en otras zonas del continente, como Singapur y la India.
El ex director de aeropuertos de Catalunya, Òscar Oliver, en las jornadas del Barcelona Desperta
Si bien ha celebrado la ampliación, considera “evidente que no se puede impedir que la gente viaje por turismo y que, si queremos estar en el primer mundo de la economía, necesitamos esto. Pero la ciudad tiene ya una saturación turística que afecta a otras cuestiones, como la vivienda”.
Usos no turísticos
Por otro lado, “se habla mucho de pasajeros y poco de carga aérea, pero cualquier multinacional coreana o japonesa lo primero que mira es la oferta de vuelos directos con Japón o Corea”, ha añadido Oliver. Para establecer sinergias con el Lejano Oriente es, por tanto, imprescindible la ampliación.
Los dos expertos han considerado el potencial laboral que tiene agrandar la infraestructura durante esta década: más puestos de trabajo y mayor potenciación económica de la ciudad. Más escéptico, Burgaya ha hecho un llamamiento a reflexionar sobre el papel del sector turístico en este escenario.
El ex director de aeropuertos de Catalunya, Òscar Oliver; el decano de comunicación de la UVIC y analista, Josep Burgaya; y el director de Metrópoli Abierta, Manel Manchón, en las jornadas del Barcelona Desperta
Sectores como la hostelería “crean muchos puestos de trabajo, pero con salarios bajos y escaso valor añadido. Barcelona no puede depender de esto y ha de apostar por otros sectores”. En definitiva, “Barcelona ha de estar al servicio de sus ciudadanos y, el aeropuerto, al servicio de Barcelona —y no al revés—”.