Asamblea de trabajadores del metal
Los sindicatos ganan el pulso a la patronal del metal tras la firma del nuevo convenio en Barcelona
Tras meses de tensión, el sector garantiza la paz social con subidas salariales programadas hasta 2027
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Dos bandos, una gran línea roja, que finalmente se ha decantado hacia el lado sindical. Tras meses de huelga, y de suspensión temporal de la misma tras alcanzar la firma del preacuerdo del pasado 28 de noviembre.
Desde entonces, el proceso habitual: asambleas, ratificaciones y la firma del acuerdo con el puño y letra de los representantes de la Unión Patronal Metalúrgica (UPM) y los sindicatos UGT y CCOO. El documento soluciona la línea roja del mecanismo de no compensación y absorción salarial.
¿En qué se basa dicho mecanismo? En disponer de complementos salariales que permiten esponjar las subidas colectivas por convenio gracias a reducir dichos complementos. Dicho de otra forma, se saca de un complemento para sumarlo al salario base. El trabajador cobra lo mismo.
Pero anteriores convenios ya disponían de una cláusula de no absorción, según explicó CCOO a Metrópoli. El mecanismo se valoró como una pérdida de derechos en el ámbito salarial, a la vez que esponjaba parte de las subidas.
Un millar de trabajadores del metal protesta ante Foment en Barcelona por un nuevo convenio
Se convirtió en una línea roja que desencadenó oleadas de protestas en la capital catalana durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, en los que se llamó a más de 200.000 personas a la movilización.
El nuevo convenio
Ese pulso se ha decantado, finalmente, hacia la parte social. La patronal cede y mantendrá las cláusulas de no absorción o compensación. Eso se suma a subidas generalizadas del 4% para 2025 con retroactividad y del 3% tanto para 2026 como para 2027.
Manifestación de los trabajadores del metal en Barcelona
Todo ello, sumado a una cláusula de garantía salarial del 100% del IPC anual, es decir, todo lo que suba el índice de precios, lo harán los sueldos. También se mantendrán los pluses e incentivos durante las vacaciones, un complemento para los accidentes laborales superior a cuatro días y se reducirán en 8 --de 1.750 a 1.742-- las horas trabajadas.
Además, se añaden 12 horas de permiso no recuperable de libre disposición y varios protocolos en materia de violencia de género, entre otras cuestiones.
Meses de movilizaciones
El acuerdo, ahora ya firmado, se produce tras un último trimestre turbulento, con varias convocatorias de huelga entre septiembre, octubre y noviembre. E incluso diciembre, si bien estas últimas se anularon por llegar al preacuerdo.
Trabajadores del metal en una manifestación en Barcelona
El sector se movilizó en masa, exhibiendo una relativamente sólida unidad sindical, con manifestaciones por la capital catalana, pero también con concentraciones en las puertas de los centros de trabajo de toda la provincia y frente a la sede de la patronal, ubicada en la Via Laietana.
Meses de tensión después, se ha alcanzado un acuerdo para un sector que, históricamente, ha gozado de mucha actividad y músculo sindical. Las negociaciones han alcanzado un punto de acuerdo que garantiza la paz social del sector durante los próximos dos años.
