El centro comercial l’Illa, de la familia Sanahuja, gana 10 millones
La acaudalada saga barcelonesa posee la mitad del gran inmueble de avenida Diagonal
21 diciembre, 2022 00:00Noticias relacionadas
La compañía Indicesa l’Illa, perteneciente a los veteranos Román, Ángeles y Juan Sanahuja Pons, arroja unos rendimientos económicos sustanciosos. Indicesa posee la mitad del bloque, en particular un lote de oficinas, locales comerciales, parte del aparcamiento subterráneo y el hotel. El resto se encuentra en manos de la aseguradora Axa.
EXCEDENTES Y DIVIDENDO
El paquete de activos de Indicesa luce un envidiable índice de ocupación próximo al 100%. Gracias a él, en 2021 sus ingresos subieron de 25,9 a 26,2 millones. Los réditos de la explotación son suculentos. El beneficio neto pasó de 9,3 a 10,2 millones. De este último se aplicaron a dividendo 3,6 millones.
Año | Ingresos | Beneficio |
2021 | 26,2 | 10,3 |
2020 | 25,9 | 9,3 |
2019 | 29 | 19 |
2018 | 28 | 14 |
2017 | 27 | 12 |
PISOS EN BARCELONA Y MADRID
Al margen del enorme recinto de la Diagonal, Indicesa alberga en su balance un paquete de viviendas y locales de negocio, alquilados a terceros, sitos en Barcelona, Esplugues de Llobregat, Sant Joan Despí, Cornellà de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Madrid, Leganés y Alcorcón.
CAPITALES Y LADRILLOS
Indicesa valora el conjunto de sus bienes raíces en 134 millones, la mitad de cuyo importe ya está amortizada. Las deudas bancarias se cifran en 34 millones, tras obtener un crédito ICO de 10 millones. Los fondos propios o patrimonio neto suman 144 millones.
En su acervo destacan, al margen de los inmuebles, las inversiones a largo plazo en empresas del grupo, contabilizadas en 104 millones. Indicesa gestiona sus vastas posesiones con una plantilla de 19 empleados.
PELOTAZO FRUSTRADO
La estirpe Sanahuja lleva tres generaciones dedicada al totxo y la hormigonera. Durante mucho tiempo los Sanahuja fueron los principales promotores de Cataluña. A raíz de la pasada burbuja del sector, lanzaron una osada operación para apoderarse del gigante madrileño Metrovacesa. El asalto estaba cogido con pinzas, pues descansaba sobre una montaña de créditos concedidos por los bancos. La familia llegó a contraer una deuda cercana a los 6.000 millones.
CASCADA DE FALLIDOS
Tras el pinchazo del globo en 2007 y la devastadora crisis subsiguiente, la familia perdió Metrovacesa, que pasó a manos de los prestamistas. Las principales sociedades promotoras de los Sanahuja también se desplomaron y tuvieron que declararse en suspensión de pagos. Fue uno de los mayores percances de la historia mercantil española, con un pasivo exigible de 1.800 millones.
RESTOS DEL NAUFRAGIO
Las insolvencias de Grupo Sanahuja se levantaron en 2012 con unas quitas draconianas y la entrega de numerosas posesiones a la banca. Por fortuna, los Sanahuja lograron superar el bache, pero por el camino perdieron incontables bienes. El tamaño del grupo experimentó una fuerte contracción. El activo más lustroso que retienen hoy, tras la debacle pasada, es Indicesa l’Illa.