El mundo de la cosmética es un mercado altamente explotado. Cremas milagrosas, sérums que actúan en una sola noche y otras propuestas idílicas son el gran reclamo de las grandes marcas del sector beauty. No obstante, en los últimos años ha irrumpido con fuerza la cosmética natural, que rompe con la mayor parte de cánones de la industria. En este contexto, los emprendedores Nina Urgell y Marc Ciudad decidieron crear una gama de productos que dejara atrás todo lo que es "innecesario" para cuidar la piel.
Con estos mimbres fundaron Midnight Cosmetics, una marca minimalista en todos los sentidos, con aspiraciones a revolucionar el sector beauty. La firma cuenta con pocas referencias pero efectivas y de origen 100% natural. Su línea de negocio se centra en conseguir las mejores soluciones sin promesas ni milagros, con un packaging sostenible y una clara apuesta por la producción local.
En la siguiente entrevista con Metrópoli, Urgell y Ciudad detallan el origen de la startup y sus fundamentos, así como sus perspectivas de crecimiento.
PREGUNTA: ¿Cuándo nace Midnight Cosmetics?
RESPUESTA: Lanzamos la marca hace dos años y medio, pero realmente estuvimos un año haciendo pruebas para ver cómo funcionaba el negocio. Al principio, salió un proyecto con dos vertientes: una centrada en la cosmética y otra en el sector fashion. Al final decidimos centrarnos únicamente en la cosmética.
¿Y eso?
Estuvimos analizando el sector y nos encontramos con que había un mercado potente. Logramos competir con muy buenos productos y en poco tiempo nos llegaron buenas reseñas. Decidimos empezar con la cosmética natural justo antes de la pandemia, cuando hicimos una especie de relanzamiento. Y resultó ser un éxito: fue un poco el destino que lo puso todo en orden.
¿Por qué decidisteis llamar a la marca Midnight?
Lo decidí yo (Nina Urgell) porque la medianoche es, para mí, el momento más especial en el que dedico tiempo a mí misma y a cuidarme. Es cuando me siento aislada del estrés y de todo lo que conlleva el día a día. Por eso, Midnight representa un momento de intimidad y de paz.
¿Qué creéis que fue lo más difícil al empezar?
Tomamos una decisión que era complicada porque empezamos sin levantar capital. Esto nos ha marcado mucho la mentalidad, ya que te obliga a hacer un crecimiento mucho más moderado. Al final nos ha ido muy bien. Tenemos puesto el foco en el proceso de creación de la marca sin la presión de facturar.
Entonces, ese fue el secreto del éxito inicial?
Sí. Hacer con la marca lo que queríamos, conseguir que fuese un proyecto muy trabajado. Desde el principio nos focalizamos en entender muy bien al consumidor y a la marca en sí para construir la imagen de Midnight y definir sus valores.
¿Por qué apostáis por tener pocas referencias?
Queremos hacer ver a nuestros clientes que menos es más, es algo que nos ha obsesionado desde el minuto uno. La industria del beauty de toda la vida trata de hacer las máximas referencias posibles y no es necesario. De hecho, cuando no estás habituado al mundo del beauty entras en un marketplace inmenso y te pierdes entre tantas opciones.
¿Cómo conseguís cubrir todas las demandas con un catálogo limitado?
Simplificamos los productos para demostrar que con pocos ingredientes la piel y el pelo consiguen todo lo que necesita: ese es nuestro secreto. Creamos rutinas sencillas con pocos productos pero que abarcan muchas más funcionalidades. Además, nuestras creaciones no tienen género y están diseñadas para que se adapten a todos los miembros de la casa, incluso a las mascotas.
¿Os inspiráis en alguna marca internacional?
La realidad es que el alma gemela de Midnight no existe aunque la cosmética natural esté en auge. Sí que vemos cómo grandes marcas evolucionan, pero aún así nos diferenciamos.
Y a nivel local, ¿encontráis similitudes con las nuevas empresas que apuestan por los productos naturales?
Hay un boom de este tipo de marcas en Barcelona y en España, pero Midnight no se identifica con ellas, intentamos posicionarnos de otra forma: Queremos hacer un producto más premium.
Entonces, ¿cuál es el secreto para que vuestra filosofía difiera del resto?
En realidad es gracias a tres ejes clave: pocos ingredientes y pocas referencias, como ya hemos explicado y, en tercer lugar, nos diferenciamos en el packaging. Somos una empresa sostenible, nos preocupamos por los envases y tratamos de dejar la menor huella medioambiental posible.
¿Qué medidas adoptáis para transformar el packaging?
Para nuestros productos sólidos utilizamos una caja de cartón totalmente biodegradable y con los líquidos utilizamos el sistema de refill station.
¿Refill station?
Sí. Es un sistema que ya hemos implementado en nuestro estudio físico. Los clientes pueden venir con sus envases vacíos y rellenarlos con un descuento.
¿Tienen éxito los productos sólidos?
Sí y cada vez más, estamos muy contentos con la acogida. Funcionan muy bien y la acogida depende un poco del país. Por ejemplo, en Latinoamérica están muy acostumbrados a las pastillas de jabón y España es uno de los países donde mejor funcionan los sólidos.
Habláis de éxito en otros países. ¿La mayoría de clientes son locales o hay una diversificación?
Hasta ahora nos hemos focalizado en España. Las ventas estatales representan un 75% del total. Dentro de este porcentaje, la mayoría de ventas se producen en Barcelona y Madrid.
¿Planeáis cambiar de estrategia y hacer una expansión internacional?
Sí, de hecho es nuestro objetivo. De aquí cinco años vemos la firma como una marca internacional. Lo más importante para nosotros es expandir nuestro mensaje. Pensamos en los países nórdicos, en Nueva York... En lugares donde nuestro mensaje se entienda y triunfe.
Más allá de la venta online y de la expansión internacional tenéis una tienda física en Barcelona. ¿Qué papel juega en la marca?
Midnight no se podría entender sin un estudio físico. Al final los consumidores que vienen a nuestra tienda pueden ver cómo trabajamos, qué es realmente nuestra marca. Funciona muy bien y además es nuestro lugar de trabajo.
¿Os planteáis abrir más?
Sí, sobre todo en las ciudades en las que tenemos éxito.
Respecto al crecimiento de la marca, ¿creéis que el papel de Nina como influencer ayuda a Midnight?
Evidentemente sí. Yo (Nina) no quiero separar mi faceta de influencer del resto de mi vida. De hecho, mi trabajo como influencer me vino sin esperarlo para nada. Es una cosa que aproveché desde el minuto uno e intenté focalizarlo como un business. Gracias a la visibilidad podemos generar tráfico y eso nos ha ayudado a no tener que levantar rondas de inversión hasta el día de hoy. Hace muy poco cerramos la primera ronda desde que nació la marca.
¿Creéis en el influencer marketing?
Depende cómo se entienda el concepto. También queremos dejar claro que no es solamente la marca de una influencer, sino que Nina la apoya por su papel como prescriptora. Pero Midnight tiene identidad y potencialidad por si misma. Nos gusta trabajar con perfiles que se identifiquen con nosotros y puedan ayudarnos a crear la identidad de marca.
Comentabais que habéis cerrado la primera ronda más de un año después de la creación de la marca. ¿Han entrado fondos de inversión?
No ha entrado ningún fondo de inversión. Los fondos que hay en España tienen una preocupación muy grande por el short-term, y nosotros tenemos la obsesión de generar una marca fuerte. Por ello, buscamos business angels o industriales que apuesten por el concepto de creación de marca. Queremos gente del sector que nos aporte valor en algún punto de las claves de nuestro negocio.
Durante este primer año en el que os habéis centrado únicamente en cosmética, ¿cuánto habéis facturado?
En torno a los 500.000 euros. Durante este tiempo, como decíamos, nuestro objetivo no ha sido facturar. Hemos crecido en breakeven porque no teníamos capital externo. Eso es algo muy positivo porque nos hemos financiado con los propios clientes y es algo que te ayuda a pensar en la contabilidad.
¿Cuál es vuestra previsión para el siguiente ejercicio?
Facturar entorno a los 1.500.000 o 1.700.000 euros. Esperamos un crecimiento exponencial durante este 2022 por como nos estamos posicionando hasta el momento.