Concluye el ERE de Shargo. La empresa de reparto a domicilio ha logrado sacar adelante un Expediente de Regulación de Empleo por el que ha echado a la mayoría de sus riders en bicicleta. Tras la negociación con los sindicatos, la startup barcelonesa ha prescindido de casi todos sus repartidores. De hecho, solo se han salvado aquellos con capacidad para repartir en furgonetas, moto y trabajadores con discapacidad o en situación de vulnerabilidad.

Según ha explicado el sindicato CGT a este medio, se acordó que la compañía indemnizaría a sus trabajadores con 900 euros por su despido, cifra que se suma a los 20 días de sueldo por año trabajado. Esos 900 euros han supuesto la única victoria para los trabajadores, pues la empresa ya ofrecía desde un inicio los 20 días por año cotizado, el mínimo legal.

Celebran también que se alargaron un mes las negociaciones, con lo que los trabajadores que han perdido su empleo han podido cobrar un sueldo más que, en principio, no iban a tener. Detallan a este medio que finalmente los trabajadores decidieron pactar, a pesar de las presuntas ilegalidades que la compañía estaba llevando a cabo durante el proceso de negociación, como buscar a falsos autónomos como repartidores y ofrecer a los afectados continuar en la empresa como autónomos.

RUMBO A LA OPACIDAD

Durante los últimos días, la empresa ha estado llevando a cabo un cambio en su plataforma online que la convierte en más opaca. Nadie responde a los correos. Tampoco al teléfono. La opción de iniciar sesión en su página web no está activa y, al crear una cuenta, no llega el correo de verificación.

Mientras se constituía el expediente, la propia compañía lanzaba ofertas de empleo para repartidores en régimen de falso autónomo, una práctica "absolutamente ilegal", según informó a este medio el Colectiu Ronda de abogados. También promocionaba esas ofertas en su cuenta de LinkedIn Sergi Fabregat, CEO de la compañía, una persona que durante las reuniones con los trabajadores argumentó la necesidad de prescindir de aquellos que no podían repartir en furgoneta y moto, según ha explicado CGT.

Oferta de empleo de Shargo enviada por Whatsapp a un trabajador afectado por el ERE / CEDIDA

A ello se suma que riders de la compañía comenzaron a recibir vía teléfono móvil ofertas de empleo como autónomos con condiciones prácticamente idénticas a las que ya tenían en régimen de asalariados. Es decir, por un lado les echaban y por el otro les ofrecían volver a entrar como autónomos. Esas ofertas han continuado por vías menos públicas y CGT asegura que los empleados han continuado recibiéndolas, aunque ahora es más difícil acceder a ellas.

Tan es así que, de hecho, las ofertas que en su momento se promocionaron en la plataforma online de empleo han desaparecido de los perfiles del CEO y la empresa. Todas las publicaciones entre hace algo más de un mes y hasta hace unos tres años se han esfumado.

EXPANSIÓN Y RECONVERSIÓN

El mayor nicho de Shargo era, hasta la constitución del ERE, el de actuar como una subcontrata de UberEats en el servicio de delivery o reparto de comida a domicilio, trabajo que desempeñaban mayoritariamente los riders en bicicleta. Desde el final del proceso laboral, y aunque continúa como activa la opción de delivery en su plataforma, parece que el servicio se ha reenfocado a cátering para empresas y envío de productos a restaurantes.

Todavía quedan algunas referencias al anterior servicio prestado, si bien parecen más testimoniales. El futuro de Shargo pasa por centrarse en el reparto de paquetería y productos a empresas, oficinas y negocios, aseguran en su web. También han anunciado su expansión a Palma de Mallorca, aunque no aparecen ofertas de trabajo en la principal página de empleo en España.

Un 'rider' de Shargo. Imagen promocional en la web de la compañía / SHARGO

Sí aparecen más de 20 ofertas como repartidor en la plataforma JobToday en las que, al inscribirse, preguntan a los candidatos si están dados de alta como autónomos y, además del sí no, dan la opción en varias ofertas a responder no, pero podría serlo (autónomo).

Fotograma de una oferta de empleo en JobToday para Shargo / JOBTODAY

Con todo, escasos días después del final del proceso laboral de Shargo, la compañía ha lanzado de nuevo una campaña de contrataciones sospechosas de repartidores a vehículos de motor, solicitando a los trabajadores que aclaren si son autónomos y si están dispuestos a serlo. Las ofertas se prolongan por las 20 ciudades españolas en las que, aseguran, ya se han expandido. Este proceso se ha llevado a cabo mientras la cuenta oficial en LinkedIn ha hecho un fundido a negro y ha evitado publicitar nuevas contrataciones.

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