La barcelonesa Wallbox cierra 2022 con pérdidas de 136 millones

La startup Wallbox cerró el pasado 2022 con saldo negativo. La barcelonesa hizo el cambio de año con las cuentas 136,7 millones de pérdidas operativas, lo que supone un incremento de las mismas del 155% con respecto a 2021. 

Así lo ha comunicado la empresa este miércoles a la SEC, el regulador bursátil norteamericano, en un informe en el que también se ha constatado el crecimiento de la compañía, que ha facturado 146,9 millones, un 105 % más.

Queda todavía que la empresa comunique oficialmente los resultados netos de este pasado año. No obstante, Wallbox ha notificado también un ebitda ajustado de 88,2 millones negativos, un 150% más si se tiene en cuenta que cerraron 2021 con 35,2 millones negativos.

EXPANSIÓN

Los resultados de este año se enmarcan en un amplio proceso de expansión por el que la barcelonesa ha abierto dos nuevas fábricas, una de ellas ubicada en la capital catalana y, la segunda, en Arlington (Texas). En total, han producido más de 230.000 cargadores y han incrementado su margen bruto hasta el 40,5%.

La startup también ha comprado de COIL Inc y de Ares Electronics, dos compañías tecnológicas estadounidenses. Junto a ello, se ha tenido que enfrentar a un problema de suministros que, junto con la presión de los inversores, se ha saldado con el inicio de un proceso de despidos masivos, recortando en casi un 10% el total de su plantilla.

La nueva planta de fabricación de Wallbox en Arlington (Texas) / WALLBOX

El CEO de la compañía, Enric Asunción, ha recortado las cifras de las expectativas para el próximo 2023. Así, Si la compañía tenía prevista la fabricación de 4 millones de coches eléctricos en Europa para 2023, ahora la cifra se sitíua en los 3,1 millones. "Cualquier empresa responsable debe ajustar el gasto a la evolución de las expectativas", ha dicho Asunción.

La compañía, en síntesis, continúa en pérdidas porque sigue invirtiendo en su crecimiento, lo que le origina un coste mayor a los beneficios obtenidos a pesar de que su volumen de facturación es cada vez mayor. Según las previsiones actuales, alcanzarán el punto de equilibrio a finales de 2023, cuando lograrán obtener un ebitda en positivo.