Si el 8 de junio fue la fecha del cierre de la prisión, el 1 de enero será el de su reapertura. Esta vez, como espacio de ciudad. Así lo ha hecho saber hoy el Ayuntamiento de Barcelona, quien recepcionará de forma oficial las llaves del centro (todavía en manos de la Generalitat) el 26 de noviembre. Además, cabe recordar que la rehabilitación total del espacio no se llevará a cabo hasta el siguiente mandato. Serán las actividades vecinales las que le den vida al espacio hasta el inicio de las obras, las cuales se redefinirán en un proceso participativo que se alargará hasta el mes de diciembre.
“Cerramos la modelo para un objetivo muy claro: abrirlo a la ciudad y a la ciudadania”, ha recalcado la teniente de alcalde, Janet Sanz. Una apertura vecinal que se llevará a cabo con la celebración del Consell de Barri de la Esquerra de l'Eixample del primer día de 2018. De hecho, el acto tiene como objetivo dar el pistoletazo de salida al resto de actividades. Pero de estas, en cambio, no ha transcendido ninguna información alguna. Lo que sí que se sabe ya es que las zonas que permanecerán abiertas son el patio de acceso, el vestíbulo, los locutorios, la cuarta galería, el pasillo de la quinta y el patio de la prisión.
PROCESO PARTICIPATIVO HASTA DICIEMBRE
Lo que sí que parece seguro es que el proceso participativo para “actualizar” el plan director de equipamientos se llevará a cabo en el interior de los muros. Ante el temor de los vecinos a entrar en un nuevo bucle que conduzca a la pérdida de más meses, Sanz ha asegurado que este no se dilatará más allá del mes de diciembre. “Tenemos la oportunidad de repensarlo”, ha declarado la teniente de alcalde en referencia a la hoja de ruta pactada en 2009 entre entidades vecinales y consistorio.
¿En base a qué espacio liberado dibujarán los bocetos los técnicos? Todavía no se sabe, aunque la intención del Ayuntamiento es que los ingenieros encajen muchos de los equipamientos (escuela, residencia de ancianos, etc) al interior de los actuales pabellones. Para ello, los técnicos municipales analizaran en los próximos meses el estado de toda la infraestructura. Unas conclusiones que (por ahora) se prevén positivas, tal como ha avanzado el director de Modelo Urbano de Barcelona, Ton Salvador. Parece ser que el recinto ha sobrellevado bien el paso de los años.
¿LAS MÁQUINAS? HASTA FINALES DE 2019
Sin embargo, la nota negativa que puede enfriar la euforia de estos últimos días son los procedimientos administrativos. Se estima que las primeras máquinas no entren a remodelar la prisión hasta la segunda mitad del 2019, principios del 2020. Hasta entonces, la intención es que el espacio pueda ir acogiendo distintos proyectos que no precisen de mucha infraestructura. “Queremos que desde el minuto cero se llene el espacio de vecinos y vecinas”, ha incidido Sanz, con tal de calmar los ánimos de los más impacientes.
Con tal de arrojar luz sobre la sombra de la especulación que ya viene a asomar en los entornos de la Modelo, Sanz ha insistido en que el Ayuntamiento lleva tiempo desarrollando planes “para evitar la expulsión de los vecinos”. En este caso, el Gobierno municipal quiere llevar a cabo una modificación del Plan General Metropolitano para cambiar la calificación de la pieza donde se encuentran actualmente los talleres. Si bien su futuro estaba destinado a acoger oficinas o un hotel, la intención de los comuns es construir en ese espacio un bloque de viviendas públicas de alquiler.
Lo que seguro que empezará a dar vida al espacio será el nuevo colegio que se instalará en la Modelo. A partir del próximo mes de septiembre los alumnos de primaria empezaran las clases en el que hasta hace unos días ha sido un centro penitenciario. Eso sí, las clases las empezarán en barracones.