La Casa Batlló, una de las icónica obras modernistas de Antoni Gaudí en Barcelona, cerrará sus puertas a partir de este jueves tras denunciar sus propietarios agresiones y "actos vandálicos" hacia sus empleados, visitantes y al mismo edificio por parte de trabajadores de una empresa externa que habrían provocado "destrozos irreparables".

En un comunicado, los responsables del popular edificio han explicado este miércoles que Staffpremium, una de las empresas externas que presta servicios en el edificio, ha tenido desacuerdos internos con algunos de sus trabajadores, que han iniciado una huelga indefinida y han provocado una "escalada de tensión".

"Los más violentos han provocado destrozos irreparables en el Patrimonio Mundial, agredido empleados de la Casa Batlló y amenazado a sus visitantes", ha añadido la propiedad del inmueble modernista.

GUERRA HUELGUISTAS VS EMPRESA

Estos empleados se declararon en huelga el pasado 8 de octubre y, desde entonces, "han organizado diferentes protestas frente al monumento", en el transcurso de las cuales la Casa Batlló "ha sufrido amenazas, difamaciones, agresiones y constantes agravios contra sus empleados, visitantes y contra el mismo Patrimonio Mundial".

Se trata de más de una docena de manifestantes apoyados por un sindicato que "se concentran periódicamente ante la fachada de la Casa Batlló con un despliegue de pancartas y con uso de megáfonos y silbatos estridentes a un volumen nocivo para la salud, acosando al visitante y provocando que dos empleados de la Casa Batlló hayan requerido asistencia médica por problemas auditivos".

PIEDRAS CONTRA LA FACHADA

En este sentido, denuncian que el pasado sábado 24 de octubre, hacia las 20.00 horas, "un grupo de manifestantes encapuchados lanzaron piedras contra el icónico edificio, rompiendo parte de los emplomados originales de 1906, recientemente restaurados, provocando daños irreversibles en este componente de las obras de Antoni Gaudí protegido por la Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO de 1972.

Al mismo tiempo, "otros manifestantes con bengalas y petardos arremetían contra el mobiliario urbano y los visitantes".

Según ha indicado Gary Gautier, director de Casa Batlló, "cerramos porque no existen las condiciones para garantizar la seguridad en la vía pública de empleados, visitantes y de nuestro Patrimonio Mundial, a pesar de haber contratado personal de seguridad privada para su protección".

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