Una mancha de sangre seca en la puerta y la cinta del precinto policial señala este viernes el lugar del crimen. Pasadas las 03.00 de la madrugada, los Mossos d'Esquadra comprobaban la muerte violenta de un hombre de 65 años. Era un conocido empresario de la noche del Gaixample, la zona gay por excelencia de Barcelona. Según fuentes vecinales, un hombre de 44 años habría apuñalado por la espalda al empresario, que habría muerto poco después. 

La víctima, de nacionalidad española, regentaba junto a su pareja el bar People desde 2006, un elegante local muy conocido en la zona. "Era muy buena persona, muy agradable, no tenía problemas con nadie del edificio", contaba este mediodía una vecina. Vivía con su pareja, un hombre de origen holandés, desde hacía al menos 20 años. 

"NUNCA DIERON PROBLEMAS"

Poco después de comprobar el cuerpo sin vida con signos de violencia, agentes de los Mossos detenían a un hombre de nacionalidad colombiana de 44 años como presunto autor del asesinato, gracias a la descripción de los testigos. La División de Investigación Criminal en Barcelona se ha hecho cargo de la investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte y el grado de implicación del detenido.

La puerta donde vivía el hombre asesinado este viernes / METRÓPOLI



 

La víctima vivía en la quinta planta del edificio, en el barrio de la Antiga Esquerra de l'Eixample. Otra vecina del piso inferior explica que oyó golpes muy fuertes entre las 01.00 y las 03.00 horas. "Nunca dieron un problema, eran muy agradables". 

INTENTO DE TRASPASO DEL LOCAL

Un empresario de una conocida discoteca de ambiente explica que el hombre quiso traspasar el People en 2017, pero la operación no llegó a materializarse. Una de las vecinas afirma que tenía más locales de copas que cerró durante la pandemia. Un cliente que solía acudir a este local también recuerda que la víctima quería vender el negocio.

Desde hacía un tiempo, la mujer ya no veía tanto al dueño del bar. Le dijo que debido a la pandemia había cambiado los horarios en el local. Trabajaba de noche y dormía de día. Probablemente, cuando fue asesinado volvía del local, ubicado en la calle de Diputació con Villaroel, a tres minutos de su casa.

MIEDO EN EL VECINDARIO

El bar es un punto habitual del colectivo gay. Allí solían acudir personas mayores que se relacionaban con chicos jóvenes. Otras fuentes señalan que algunos de ellos eran gigolos. Este mediodía el negocio tenía la persiana echada.

Ninguno de los tres vecinos consultados tiene idea de qué puede haber pasado. "Mi marido ha visto el coche fúnebre a las seis de la mañana. Yo he pensado que no podía ser por nade del edificio. Somos todos muy buenos, no nos peleamos", comenta una mujer. "Te das cuenta de que te puede pasar cualquier cosa. Ese es el miedo que tenemos", sigue.

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