El Departament de Territori de la Generalitat de Catalunya, que preside Juli Fernández, talará 178 árboles del parque de Joan Miró, situado cerca de plaza Espanya. La tala masiva, denunciada por los vecinos del barrio, se produce en el marco del proyecto de las obras de la L8 de los FGC, que unirán la plaza de Espanya y Gràcia con tres nuevas estaciones para conectar las líneas Llobregat – Anoia y Barcelona -Vallès.
La previsión es que durante los casi cinco años que durará la obra se instale en el parque la zona logística de explotación de la tuneladora que perforará el túnel de la prolongación de la línea de FGC y todos los elementos necesarios para la realizar los trabajos. Esto conlleva a una tala masiva de los árboles. Fuentes del Departament de Territori detallan a Metrópoli que “de los 178 árboles afectados, 41 serán trasladados a un vivero y después serán repuestos, mientras que el resto se utilizarán para nuevos ejemplares”. Con esto, la Generalitat intentará generar “los mínimos perjuicios y molestias posibles”.
EL AYUNTAMIENTO, EN CONTRA
Desde Territori explican a este digital que el plan de afectación de las obras “está pactado con el Ayuntamiento de Barcelona”, algo que desde el consistorio desmienten. Janet Sanz, responsable de Urbanismo, asegura que han trasladado a la Generalitat “que se debe encontrar una alternativa” y que "no aceptarán destrozar el parque”.
LOS VECINOS PLANTAN CARA
Tras enterarse de la tala masiva que se llevará a cabo, los vecinos del Eixample denuncian públicamente que es “inadmisible” que para facilitar las obras “se plantee ocupar un tercio del parque". Xavier Riu, vocal de Urbanismo de la asociación, asegura a este medio que le parece increíble que se prescinda de zonas verdes con los niveles de contaminación que tiene la ciudad y la actual emergencia climática. "En el Eixample viven 265.000 habitantes y solo tiene dos grandes parques: el de Joan Miró en un extremo y el de Glòries en el otro. Con esta densidad de población, de coches y de polución, esta zona debería tener un valor incalculable".
FALTA DE INFORMACIÓN
Riu critica la “opacidad” con la que trabajan los responsables de la obra. Si bien es cierto que vecinos y técnicos mantuvieron una reunión hace unos meses, en ningún momento les informaron sobre la tala de árboles. “Nos explicaron cómo afectarían las obras en las calles de Gran Via y Urgell, pero no nos dijeron que se cargarían el 30 o 40% del parque”, lamenta.
Vivir en Barcelona puede ser un poco agobiante, por esta razón, tener este tipo de parques es algo muy preciado. En el caso del de Joan Miró, está muy frecuentado por los vecinos, que aprovechan para pasear, hacer deporte o sacar a los perros. “Es el único bosque que tenemos”, clama Riu. Además, también hay otras instalaciones dentro del mismo parque, como una biblioteca o una pista polideportiva, lo que hace de este parque un polo de atracción de barceloneses de otros barrios más cercanos, como Sants.
Según explican desde la entidad de vecinos, los árboles que se pretenden talar son muy antiguos, tienen alrededor de 40 años, por lo que “costará décadas volver a tener un parque de estas características”. Riu se pregunta si no hay otras alternativas posibles. “Si en vez de árboles hubiese pisos, ¿qué harían? Deben tener otras salidas”.
PROYECTO
Además de la construcción del túnel entre las estaciones de plaza de Espanya y Gràcia, se prevé construir nuevas estaciones en el Hospital Clínic, Francesc Macià y Gràcia, con un presupuesto de 320 millones de euros. El conjunto del proyecto tiene un presupuesto de 430 millones.
Juli Fernández subrayó que se trata de “un trocito más de metro” para “mejorar el día a día de los barceloneses”. Sin embargo, no lo tendrá fácil, ya que los vecinos utilizarán todo lo que esté a su alcance para evitarlo: “Que no se piensen que talarán los árboles y nos quedaremos tranquilos. Esto no será pacífico”, advierte Riu.