La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) ha dado a conocer unos datos inquietantes sobre la contaminación del aire. Sorprendentemente, los seis barrios con los niveles de aire más contaminado se encuentran en el mismo distrito. El informe se centra en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), que están estrechamente relacionados con el tráfico en la ciudad. 

EL EIXAMPLE 

El distrito del Eixample es, de nuevo, el líder en cuanto a exposición a niveles elevados de NO2. Registra aproximadamente 42 microgramos por metro cúbico (42 µg/m3). Esta cifra supera el límite anual legal permitido (40 µg/m3) según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el cual se rige por la normativa de la Unión Europea (la cual tiene planes para endurecer estos límites en los próximos meses). Además, los datos del Eixample superan en 10 puntos la media de la ciudad.

BARRIOS MÁS CONTAMINADOS

Según estos datos, el barrio más contaminado de toda Barcelona es La Dreta de l'Eixample, con una media anual de 46 microgramos por metro cúbico. Le siguen L'Antiga Esquerra de l'Eixample con 43 microgramos por metro cúbico, el barrio de Sant Antoni con 42 microgramos por metro cúbico, y La Nova Esquerra de l'Eixample con 40 microgramos por metro cúbico. Sorprendentemente, los seis barrios que conforman el distrito del Eixample ocupan las primeras seis posiciones en la clasificación de los más contaminados. En la quinta y sexta posición se ubican El Fort Pienc y La Sagrada Família, ambos con un promedio de 39 microgramos por metro cúbico.

Densa nube de contaminación sobre Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN

CONTAMINACIÓN EN OTROS DISTRITOS

Más allá del Eixample, otros distritos también experimentan niveles preocupantes de contaminación. El barrio de La Font de la Guatlla en el distrito de Sants-Montjuic registra 37 microgramos por metro cúbico, La Sagrera en Sant Andreu microgramos por metro cúbico, y Provençals del Poblenou en el distrito de Sant Martí microgramos por metro cúbico.

La revelación de estos datos subraya la necesidad continua de abordar la contaminación del aire en Barcelona para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y visitantes, y garantizar que la ciudad siga siendo un lugar saludable para todos.

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