Los vecinos de Sant Antoni se movilizan para ayudar a Paco, un sintecho con una "drogadicción extrema"

Los vecinos del barrio de Sant Antoni se están movilizando para ayudar a un sintecho con una "drogadicción extrema" que hace más de un año que deambula por el barrio. Según relatan desde la asociación SOS Sant Antoni, hace meses que exponen este problema en los Consells de barri, pero a fecha de hoy, siguen sin soluciones. 

Paco --con un nombre anónimo-- llegó a esta zona del Eixample hace poco más de un año. Tiene una "adicción a las drogas severa" y vive "en la degradación absoluta". Se instaló en la calle de Aldana y, desde entonces, no se ha movido del barrio. Lo único que hace en todo el día es consumir todo tipo de sustancias estupefacientes y dormir. 

Una solución insuficiente

A todo esto hay que sumarle que la localización que ha elegido está justo delante de una escuela pública. "Después de mucho insistir a Jordi Valls --concejal del distrito del Eixample-- conseguimos que, de lunes a viernes, en horario escolar, la Guardia Urbana evitara que esté en esa zona, pero a partir del viernes por la tarde vuelve", lamentan los vecinos.

El hombre que duerme en la calle de Aldana de Sant Antoni CEDIDA

A pesar de que esta medida ha ayudado a minimizar los conflictos de civismo, sigue sin ser suficiente. Desde Cuidem Sant Antoni explican a Metrópoli que los servicios de limpieza van acompañados de una pareja de agentes de la policía municipal, que se encargan de echarlo de ahí mientras los niños están en el colegio: "Eso no soluciona nada, ya que suele volver por la tarde. Además, el fin de semana no vienen y es cuando más basura se acumula. Hace una semana, pasaron para limpiar la calle de Aldana y nos informaron de que la suciedad acumulada que rodeaba a Paco no la retirarían para evitar entrar en conflicto con él".

Un caso de 'extrema complejidad'

Fuentes municipales explican a este digital que están trabajando para que puedan ofrecer este servicio los domingos a partir del mes de mayo. Remarcan que el caso de esta persona es de "extrema complejidad" y que están intentando vincularlo a los servicios públicos de salud, drogas, o servicios sociales, "pero sin su voluntad no se puede hacer esta vinculación", lamentan.

Ferran Busquets, presidente de la Fundació Arrels, remarca la importancia de no criminalizar a este hombre. "Nadie duerme en la calle por elección propia. Lo que hay que hacer es darle una oportunidad para que pueda salir de esa situación. Una buena alternativa sería una vivienda social, pero los pisos de emergencia están saturados por la situación tan crítica en la que se encuentra la vivienda en Barcelona".

Inconsciente y drogado todo el día

"Este toxicómano ha entrado en el bucle de la droga y se pasa el día antero durmiendo y en estado de semiinconsciencia. Su camello viene en patinete eléctrico y le da todas las drogas que te puedas imaginar", añade la mujer. Las entidades vecinales se han organizado para exigir al Ayuntamiento que lo ayude, ya no solo por su salud, sino por un tema de civismo.

Ver a este hombre defecando y orinando en los contenedores que hay en esa calle se ha convertido en un escenario habitual en el barrio. "También hay basura y comida tirada a su alrededor, todo el mundo lo ve, pero nadie hace nada, los vecinos de Sant Antoni no nos merecemos esto", dice la vecina de la calle de Aldana.

Abandonado por la sociedad

Desde la entidad vecinal Cuidem Sant Antoni también han relatado a Metrópoli su preocupación por Paco. "Esto se repite todos los días desde hace muchos años y llevamos mucho tiempo conviviendo con él y con la inseguridad, suciedad y malos olores que genera", dicen en sus redes sociales, donde aseguran que este indigente y toxicómano ha sido abandonado tanto por las instituciones como por la sociedad.

Paco durmiendo en la calle CEDIDA

Esta asociación, igual que SOS Sant Antoni, ha expuesto al Ayuntamiento de Barcelona la situación tan límite en la que se encuentra tanto Paco como los vecinos que tienen que convivir con él: "Hemos hecho un centenar de avisos desde hace un año y medio a través de la aplicación Barcelona a la Butxaca. Cada semana lo notificamos con nuevas fotos del mismo problema. También lo hacemos a través de X etiquetando en las imágenes a todos los regidores del Distrito", dicen en unas declaraciones a este digital.

Daniel Sirera, presidente del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Barcelona, también ha mostrado públicamente su preocupación por este hombre: "Los servicios de limpieza no limpian ese trozo de calle para no molestarle. Hay que buscar una solución ya para él y para los vecinos", dice en una publicación en X. 

Sí a las 'superillas', pero con matices

Desde SOS Sant Antoni explican que el problema radica en la ineficacia del "urbanismo táctico" de la superilla del barrio. "Que haya tantos bancos provoca que se acumulen una cantidad enorme de sintechos". Ni SOS Sant Antoni ni Cuidem Sant Antoni están en contra de la pacificación de las calles del barrio, pero exigen que se haga teniendo en cuenta las necesidades de los vecinos. 

Un hombre sin hogar durmiendo en la superilla de Sant Antoni CEDIDA

Preguntados por posibles soluciones para Paco, desde Cuidem Sant Antoni creen que deberían darle una habitación en un piso de servicios sociales o de protección oficial para que reconduzca su vida. Mar, por su parte, cree que la solución radica eliminar la gran cantidad de bancos que hay en la superilla de Sant Antoni. "Solo entre las calles de Aldana hasta Manso --con tres islas-- hay más de 80 bancos y eso provoca que haya una gran cantidad de sintechos que vengan aquí a dormir. En Sant Antoni hemos vuelto a la época del barraquismo". 

Denuncian la pasividad del Ayuntamiento

Los vecinos de la calle aseguran que es "lamentable" que el Ayuntamiento "no haga nada para ayudar a esta gente". Paco no es el único que está en esta situación. El barrio está lleno de personas bajo los efectos de las drogas y en ocasiones es difícil saber si están muertos o inconscientes. Estamos normalizando algo que hace 10 años era completamente impensable", concluye Mar.