La contaminación del tráfico reduce la concentración de los niños
Los investigadores han estudiado a 2.700 niños de Barcelona
1 febrero, 2017 07:05Noticias relacionadas
La contaminación procedente del tráfico disminuye la capacidad de concentración de los niños a corto plazo, según un estudio de ISGlobal publicado en la revista 'Epidemiology', ha informado el centro en un comunicado.
El trabajo muestra que los niveles diarios de dióxido de nitrógeno (NO2) y carbono elemental (o carbono negro), dos de los contaminantes asociados al tráfico, producen fluctuaciones en función de la atención en niños y niñas.
Los días en los que los alumnos estuvieron expuestos a mayores niveles de contaminación mostraron "un retraso equivalente a más de un mes en la mejora natural de la velocidad de respuesta" que cabría esperar como consecuencia del desarrollo con la edad.
"La respuesta de los niños y niñas fue más lenta y menos consistente en los días con niveles más altos de contaminación atmosférica relacionada con el tráfico en el ambiente", ha concluido el estudio.
NO SE CONOCE EL IMPACTO
El investigador del ISGlobal Jordi Sunyer ha expuesto que se desconoce el impacto que puede tener en los procesos de aprendizaje y, aunque el efecto estimado fue modesto a nivel individual, "cuando se extrapola este tipo de exposiciones comunes con efectos pequeños en la función cognitiva a nivel poblacional, el impacto es importante".
"Estamos ante una evidencia más acerca de la necesidad de evitar la contaminación atmosférica en el entorno de los centros escolares, y muy especialmente la proveniente de los vehículos diésel", ha sostenido Sunyer, también catedrático de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).
Los investigadores partieron de un trabajo anterior que había establecido una asociación entre la exposición de niños a la contaminación atmosférica por el tráfico y el desarrollo de la función de la atención y memoria a largo plazo.
El estudio ha seguido a unos 2.700 niños de cerca de 300 aulas de 39 colegios de Barcelona, que han sido evaluados con un test por ordenador, y cuyos datos se cruzaron con mediciones diarias de NO2 y carbono elemental en el exterior y el interior de las aulas.