El burdel barcelonés que ofrece servicios sexuales con muñecas de apariencia real ha bajado la persiana... por ahora. Lumi Dolls, que abrió el pasado 24 de febrero en el Raval, ha anunciado que las muñecas están de traslado y que reubicarán el local, pero no dan más detalles.
Fuentes de la Guàrdia Urbana han explicado a Efe que, durante una operación rutinaria, acudieron al local donde se encontraba el burdel, pero lo encontraron vacío. Los agentes no pudieron hacer una inspección y desconocen si la empresa dispone de licencia de actividad.
La página web de la empresa no da detalles de la próxima inauguración, pero cuando se concrete recibirá una nueva visita de la Guàrdia Urbana para comprobar el estado de la licencia. A pesar de que la página admite reservas online, el teléfono está apagado y el buzón lleno, por lo que resulta imposible ponerse en contacto con el dueño.
El prostíbulo cuenta con cuatro muñecas de diferentes aspectos y tamaños. Katy es de apariencia europea y mide 1,70 metros; Leiza representa a una africana de 1,68; Lily es asiática y más bajita, 1,61, y Aki es un personaje de anime japonés y alcanza los 1,65 metros de altura.