80 euros por una hora de sexo con una muñeca

Acaba de abrir en Barcelona, en el barrio del Raval, el primer prostíbulo de toda Europa de muñecas, también conocidas como SexDolls, en el que los clientes pueden practicar sexo con estas copias humanas, a partir de 80 euros la hora.

Las muñecas de este nuevo prostíbulo no hablan, ni se mueven sólas, pero, según la información disponible en su página web, tienen una apariencia, tacto y movimientos “totalmente realistas”.

Aunque las muñecas son inanimadas, están construidas para que el cliente pueda moverlas y ponerlas en la posición que se desee. Según la web del prostíbulo, los movimientos son muy realistas. Además, al igual que las personas de carne y hueso, las 'SexDolls' disponen de tres orificios: cavidad oral, vaginal y anal, de 18 centímetros de profundidad cada uno.

El prostíbulo cuenta con cuatro muñecas de diferentes aspectos y tamaños. Katy es de apariencia europea y mide 1,70 metros; Leiza representa a una africana de 1,68; Lily es asiática y más bajita, 1,61, y Aki es un personaje de anime japonés y alcanza los 1,65 metros de altura.

Todas las muñecas pesan sobre 40 kilogramos y han sido fabricadas en Estados Unidos, aunque el origen de esta idea es asiático. Las pelucas que llevan son sintéticas y después de cada uso, según la web del negocio, se limpia a fondo cada 'sexdoll', aunque los responsables del establecimiento recomiendan el uso del preservativo y facilitan uno, junto a lubricante, antes de entrar en la habitación.

El burdel se encuentra en el barrio del Raval de Barcelona, aunque no se facilita la dirección exacta. También se ofrece la posibilidad de personalizar la SexDoll antes de la cita con ropa o complementos al gusto del cliente.