El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este viernes por decreto la nueva tarifación social de las guarderías públicas en función de las rentas de las familias. Un nuevo sistema que busca facilitar el acceso a la educación de 0 a 3 años de las rentas más bajas, las cuales pagarán 50 euros por matrícula frente a los 395 euros que desembolsarán las más altas. Actualmente, el precio es único y se fija en 289 euros, por ello para la tercera teniente de alcalde, Laia Ortiz, este plan propone un cambio sustancial “que avanza hacia la equidad y para reducir las desigualdades en educación de 0 a 3 años”.
El punto de conflicto que ha rechazado la mayoría de partidos de la oposición se ha centra en esa redistribución del precios de las guarderías y, sobre todo, en el peso de la clase media. El Ayuntamiento cree que se está haciendo “un salto importante” en el sistema educativo ya que se calcula que el 62% de las familias pagarán menos, pero para ello pide “a las rentas más altas que contribuyan más”. Pero representantes de los grupos municipales del PP, Ciutadans y el Grupo Municipal Demòcrata han cuestionado esta redistribución.
Así, Jaume Ciurana, del partido que gobernaba en el anterior mandato, ha sostenido que el consistorio utiliza un “cóctel de demagogia y muchos brindis al sol” cuando plantea medidas municipales que a su juicio son “una broma para los ricos y una pesadilla para la clase media”. Ha defendido ante el resto del grupos municipales que una pareja con unos ingresos anuales brutos de poco más de 43.000 euros pagarán 40 euros más y que los que cobran entorno a 60.000 euros anuales, pagarán unos 100 euros más. La misma cantidad que desembolsarán las familias con más de 200.000 euros de ingresos brutos anuales.
En la misma línea ha cargado la representante de C’s, María Magdalena Barceló, que en su intervención ha pedido al equipo de gobierno que “rectifique y no perjudique a la clase media”, motor de la economía, quien a su juicio serán los que más notarán el cambio tarifario. Mismo reproche del grupo municipal popular quien, a través de Ángeles Esteller, ha defendido que este nuevo sistema es un “acto de hipocresía cuyo objetivo es expulsar a las clases medias de las guarderías”. Pero además, la popular ha subido el nivel de la acusación al asegurar que el Ayuntamiento “hace bullying económico” a las clases medias. “Ustedes tienen superávit, ¿por qué no asumen el coste y se lo cargan a los padres que cobran 43.000 mil euros al año?"
ERC Y CUP REBAJAN LA TENSIÓN
En un tono muy distinto, el grupo municipal de ERC ha recordado que los niños menos favorecidos tienden a acceder más tarde al sistema educativo y a su vez, tienden a abandonarlo antes. Por ello, la representante republicana, Montserrat Benedía, ha defendido que desde el consistorio se den pasos hacia la universalización de la educación y ha defendido que el sistema de tarifas según la renta “es positivo y pedimos una extensión para la universalización”.
Desde la CUP Capgirem Barcelona, María Rovira, ha criticado la posición del Grupo Municipal Demòcrata (ex CiU), después de que, durante su mandato, realizara “un traspaso de dinero de guarderías que fue a parar a las escuelas concertadas”. También ha aprovechado su intervención para reconocer que “hay que hacer un esfuerzo en la distribución” y ha recordado que a la ciudad le faltan 30 guarderías públicas para atender a todos los niños que año tras año se quedan sin una plaza.
Tras las intervenciones de los partidos políticos, Ortiz ha retomado la palabra para cargar contra el grupo Demòcrata por “haber dedicado 0 euros a la educación de 0 a 3 años” y “rechazar los pocos recursos de la Diputació de Barcelona” concedía al Ayuntamiento en educación mientras ellos gobernaban. También ha tenido palabras contra el PP, de quien ha considerado que es “un cinismo supremo por a la familia todo el día en la boca y no hacer nada” y ha considerado que el partido que gobierno el estado español “ha recortado todas las políticas y lo único que ha hecho ha sido aumentar la pobreza infantil”.