A primera hora de la tarde, cuando muchos empiezan a desperezarse después de una buena siesta, miles de personas salían desde todos los rincones de Barcelona para dirigirse a la plaza Universitat. Pequeñas hileras de hormigas, 'columnas' en la terminología reivindicativa, que poco a poco se iban encontrando hasta formar una marabunta que ha recorrido el centro de la ciudad para protestar por la imparable subida de los precios del alquiler y contra la especulación inmobiliaria.

“¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¡Que no tenemos casa!”, gritaban los manifestantes. Varios miles de personas, según la Federació d'Associaciones de Veïns de Barcelona (FAVB), que bajo el lema “Barcelona no está venta” han vuelto a clamar al cielo por la falta de protección de la vivienda y la ausencia de medidas concretas para acabar con lo que consideran una “emergencia habitacional” que está obligando a muchos barceloneses a abandonar los barrios de toda su vida para mudarse a zonas más baratas.

 



MOVILIZACIÓN VECINAL

La manifestación había sido convocada por la plataforma BCNnoestàenvenda, pero ha contado con el respaldo de decenas de entidades y asociaciones vecinales como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), la propia FAVB o Fem Sant Antoni. Las columnas de vecinos venían de toda la ciudad. Sants, Clot, la Salut, Vallcarca, Poble Sec, el Raval. Unos eran de barrios que ya tienen encima el problema de la vivienda. Otros venían de zonas que ya otean el horizonte y cuentan los días que faltan para que les llegue.

En Barcelona los alquileres se han encarecido de media un 9% en el último año, según la Generalitat, y un 16,5% según el portal Idealista. Una situación que ha situado el precio medio del alquiler en más de 840 euros mensuales (último trimestre de 2016), incluso más alto que en plena burbuja inmobiliaria. En 2008, cuando estaba a punto de estallar la crisis financiera, el precio medio era de 813 euros. Y por aquél entonces aún no se había destruido millones de empleos ni reducido los salarios.

 



RENOVACIÓN MASIVA DE ALQUILERES

Según datos de la plataforma BCNnoestàenvenda, en los próximos años unas 150.000 familias barcelonesas afrontarán el fin de su contrato de alquiler. Los más “afortunados” (por así decirlo) recibirán ofertas de renovación que podrían registrar incrementos medios de hasta 300 euros, una cifra que muy pocos podrán afrontar. Los que no tengan ni esta opción deberán abandonar sus hogares para buscar suerte en otra parte.

La presidenta de la FAVB, Ana Menéndez, ha explicado que cada semana nueve familias son expulsadas de sus domicilios por no poder afrontar las subidas de los precios del alquiler que les imponen sus caseros. “Emanciparse a Barcelona, no a la luna”, decía una de las pancartas. Menéndez ha anunciado que pronto publicarán una página web en la que señalarán con nombre y apellido a las inmobiliarias que se dedican a comprar bloques enteros para reformarlos y luego convertirlos en alojamientos turísticos o de alto poder adquisitivo.

 

 

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