Se sube la escalinata de mármol blanco que lleva a la Bilbioteca Pública Arús bajo la atenta mirada de una de las pocas réplicas de la Estatua de la Libertad construida en el siglo XIX que todavía existen. Y en la tapa del libro que la estatua sujeta, una máxima, Alma Libertas, que resume en dos palabras la filosofía que llevó a Rossend Arús a regalar a la ciudad de Barcelona un extraordinario legado cultural.
Rossend Arús, filántropo, masón, autor teatral y periodista, librepensador y catalanista, luchó en pleno siglo XIX para que la cultura llegara al pueblo llano, para que las mujeres pudieran recibir la misma educación que los hombres y para que la ilustración regenerara la sociedad. Su padre, rico comerciante originario de L'Hospitalet de Llobregat, quiso que fuera abogado, pero fue un joven enfermizo que pasó mucho tiempo en el pueblo de su madre, Das. Como homenaje a su madre, financió la construcción de un edificio que albergó el Ayuntamiento y las escuelas para niños y niñas. Actualmente está ocupado por el Ayuntamiento, una pequeña biblioteca y una Colección-Museo que recoge los aspectos más significativos de la vida de la comarca. Y como homenaje a su padre, en L'Hospitalet de Llobregat hizo construir el Ayuntamiento y escuelas para niños y niñas.
A lo largo de su vida, Arús reunió una colección de más de 4.000 libros y a su muerte quiso que su fortuna se destinará, además de a ayudar a su compañera, Dolores Bermúdez, a llevar una vida sin agobios económicos, a crear una biblioteca pública en la que los trabajadores pudieran ilustrarse, encargo que sacaron adelante sus dos ejecutores testamentarios, Valentí Almirall y Antoni Farnés. Lo hicieron y ampliaron el fondo bibliográfico en 20.000 volúmenes. La biblioteca se inauguró en 1895, pasando a ser el edificio propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, mientras el fondo bibliográfico quedó gestionado por un patronato, del que forman parte, entre otros, el Ayuntamiento, la Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona, la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona.
Recorrer las salas en las que se encuentran los miles de libros que están a disposición de estudiosos y visitantes sorprende por la belleza de las estancias, el cuidado orden que impera en cada estantería repleta.
CULTURA MASÓNICA
La biblioteca es actualmente uno de los mejores centros públicos de documentación sobre la masonería que existen en España. Especializada también en los movimientos obreros de los siglos XIX y XX, singularmente en el movimiento anarquista, las referencias a la masonería que preside sus salas es el fiel reflejo del pensamiento de sus fundadores.
"Actualmente, la biblioteca está especializada en historia social y cultural del siglo XIX, destacando especialmente en masonería, movimiento obrero y anarquismo, y en Sherlock Holmes", dice Maribel Giner, directora gerente del centro.
Ella es la responsable de que la biblioteca funcione como un reloj de precisión, que los estudiosos encuentren la documentación que precisan y que los visitantes contemplen admirados este centro de conocimiento. Y nadie mejor que ella para explicar la historia y el funcionamiento de esta biblioteca tan particular. "Actualmente tenemos unos 80.000 volúmenes, aunque no todos están en la biblioteca, los tenemos repartidos por todo el edificio. Hay que tener en cuenta que constantemente nos llegan nuevas donaciones y hay que documentarlas, archivarlas, etc. Un trabajo enorme".
INCUNABLES
La biblioteca cuenta con algunos ejemplares únicos, de un valor extraordinario no sólo por su exclusividad, sino también por lo que han representado para la historia. Maribel Giner destaca dos ejemplares por encima del resto: "Valentí Almirall intentó crear un museo de libro y quiso comprar un libro de Gutemberg, pero no encontró ninguno, así que adquirió uno de su socio, Peter Schöffer, datado en 1475, un Codice Justiniano. Es un incunable. Y como curiosidad tenemos guardadas las actas manuscritas de la I Internacional, las únicas que se han conservado. El bibliotecario de la época, Eudald Canivell, debía conocer a la persona que las tenía y, cuando guardarlos en casas de alguien podía ser problemático, las debió coger y las conservó aquí. La verdad es que pese a la guerra y la dictadura, la biblioteca ha mantenido todos sus fondos".
CERRADA Y SALVADA
¿Por qué la biblioteca se salvó durante la dictadura franquista en la que ser rojo y masón significaba ya una condena? El centro conserva una fotocopia del oficio del jefe superior de policía de Barcelona, negociado antimasónico, para que el alcalde, presidente del Patronato de la biblioteca, Miguel Mateu, le diera un listado con todos los libros sobre masonería guardados en el centro. La intervención del propio alcalde, amigo personal de Franco, y del segundo teniente de alcalde y concejal de cultura, José Bonet, decididos a salvaguardar los fondos, evitaron lo peor.
"De hecho, la biblioteca se cerró, por la muerte del bibliotecario, Josep Buxadé, un mes antes de la entrada de las tropas franquistas a la ciudad", explica Maribel. "Entonces se reunió el Patronato y decidió que lo mejor era mantenerla cerrada hasta tiempos mejores. El conserje, que vivía en el edificio, era el encargado de cuidar de los libros y de que nadie que no tuviera permiso del Ayuntamiento entrara". El centro se mantuvo cerrado desde 1939 hasta 1967.
CONVENIOS
La biblioteca continúa ampliando sus fondos, particularmente aquellos que hacen referencia a la masonería, su gran especialidad.
"Tenemos firmados convenios con diferentes obediencias de Cataluña y España, y tenemos creada una comisión mixta que se reúne en la Biblioteca como punto de encuentro de todas ellas para dar a conocer la masonería y favorecer la donación de todo tipo de documentación de interés para la biblioteca".
Uno de los fondos más simbólicos recibidos en los últimos tiempos es el archivo personal del que fuera alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, reconocido masón. "Fue una decisión de su hijo y de la Gran Logia Simbólica Española. Su hijo creyó que una biblioteca que ha sufrido una guerra y una dictadura y ha logrado salvaguardar sus fondos es un lugar donde se puede dejar su biblioteca particular".
La biblioteca organiza, además, ciclos de conferencias, charlas, presentaciones de libros, cursos y seminarios, e incluso en alguna ocasión ha llegado a alquiler sus salas para la grabación de escenas de algunas películas.
Ya al despedirnos, bajamos la escalinata de mármol blanco y Rossend Arús nos observa desde lo alto, recordándonos que salimos de un templo de sabiduría al que tarde o temprano tendremos que volver. Que así sea.