Ser coleccionista no es fácil. Como dice Joan Proubasta, es necesario tener las tres 'pes': "puesto (sitio, en catalán), pesetas y paciencia". Joan aún habla en pesetas en algunas ocasiones. Superada la setentena, este veterano amante de Sherlock Holmes está muy orgulloso de tener una de las colecciones privadas de objetos del mítico detective creado por Arthur Conan Doyle más importantes del mundo. Y, lo mejor de todo, es que un buen día decidió compartirla.
Por eso, optó por cederla a la Biblioteca Pública Arús (Passeig de Sant Joan, 26), entre otras cosas porque Conan Doyle era masón. "Hicieron falta tres camiones para transportar las más de 280 cajas que tenía en mi casa".
Pero es él quien continúa al frente de la nave. Se encarga de enseñar el Museo y de añadir los nuevos elementos, libros, vídeos, pastiches, o cualquier objeto coleccionable, que se comercialice y sea de interés. "Yo me encargo de enseñarla y de cuidar lo que aquí se guarda. Los martes por la mañana vienen colegios a ver la colección, pero me tienen que avisar".
En el Museo se guardan unos 8.000 objetos relacionados con la vida de Sherlock Holmes y su creador, Arthur Conan Doyle. Joan Proubasta los 'conoció' en Francia. Su padre le envió a Grenoble a estudiar francés. Allí compró el primer libro de Sherlock Holmes y se enamoró.
A su regreso a Barcelona, comenzó a coleccionar todo lo que caía en sus manos sobre el detective. "Pero hubo dos momentos cruciales. Primero, cuando fundé el Círculo Holmes. Y el segundo, cuando mi hijo se fue a estudiar a Estados Unidos. Se alojó en casa de una prima mía, cuyo jefe era, curiosamente, el presidente de la Asociación de Amigos de Sherlock Holmes en Tulsa. Él me puso en contacto con los principales coleccionistas del país y de Japón y empezamos a intercambiar objetos. Conocí a uno, que ya murió, que donó 21.000 volúmenes de Sherlock Holmes a la Universidad de Massachussets. Y también a un japonés que me ha enviado unos 300 libros".
DIFICULTADES
Joan reconoce que algunas piezas la ha costado mucho conseguirlas, "incluso hay alguna que por mucho que he buscado nunca la he encontrado. Pero sigo en ello". Una de las que más aprecio tiene es una primera edición de El Perro de los Baskerville, en inglés, de 1902. "Me la regaló un buen amigo inglés que estaba muy enfermo y se acordó de mí", dice mientras ojea con cariño el libro. "Por eso le tengo un aprecio muy especial".
Sin embargo, su mayor tesoro es otro libro, una edición de Estudio en Escarlata firmado por el propio Conan Doyle. "Es el único libro que me guardé para mí en mi casa. Es la pieza que más quiero de la colección".
Su único lamento es que cada vez hay menos objetos interesantes que se puedan adquirir. "Últimamente ha habido mucha gente que se ha puesto a coleccionar objetos relacionados con Sherlock Holmes. Yo he tenido la suerte de que por trabajo he viajado mucho, por todo el mundo, menos por Sudamérica. Y en cada sitio compraba un libro, hasta en Etiopía. El único lugar en el que no encontré fue en Madagascar. Recuerdo que estaba en Cuba y le decía a un amigo que allí no se publicaba nada de Sherlock Holmes. Una mujer que nos escuchaba se dirigió a mí y me preguntó si quería un libro de Sherlock Holmes publicado en Cuba. Me llevó a su casa, me lo enseñó y se lo compre por 50 dólares. Tener todo esto me ha costado dinero, pero ha valido la pena. Tener todos estos libros me ha ayudado a vivir".
Destacan los cientos de pastiches que contiene la colección y cuyos autores colocan a Sherlock Holmes en aventuras con Tarzán, el Dalai Lama, Charlot, Jack el Destripador o Drácula. "El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco", dice Joan, "también es una especie de homenaje. El protagonista, Guillermo de Baskerville, toma el nombre de la novela de Conan Doyle, y su ayudante, Adso, suena parecido a Watson. Y emplea el mismo método deductivo que Holmes".
LECCIONES
La colección guarda libros en decenas de idiomas, películas, posters, zapatillas, cervezas, comics, vinilos, monedas, etc. "De España, hay libros en castellano, catalán, euskera, gallego y uno en bable. Además hay en casi 50 idiomas de todo el mundo, incluyendo esperanto, braille o interlingua. Incluso hay uno en taquigrafía, que lógicamente nunca he leído", sonríe.
De Sherlock le enamoró su método deductivo. "Fue algo que me atrajo de inmediato. Y aprendí mucho de ello. Incluso me sirvió en el trabajo para convencer a algunos clientes. Poder conocerlos gracias al poder de deducción era impresionante".
Y aunque reconoce que "Sherlock es un personaje que eclipsa a los demás", sale en defensa del doctor Watson. "Es, en teoría, el personaje de carne y hueso, el relator, pero se la ha desprestigiado mucho, incluso a veces se le ha tratado como si fuera tonto, pero tiene una enorme personalidad y su propia vida dentro de las aventuras".
Joan considera que el caso de Sherlock Holmes es, como otros, especial, ya que ha superado a la figura de su creador. "Todo el mundo conoce a Robinson Crusoe, pero no todos saben que lo creó Daniel Defoe; o Moby Dick, pero no que lo escribió Herman Melville; pues Sherlock también superó a su autor. Hoy en día sigue siendo actual, se continúan haciendo películas, series, se escriben libros. Sherlock Holmes es hoy en día tan actual y famoso como cuando lo creó Conan Doyle".
AUTÓGRAFOS
El Museo también tiene un apartado donde guarda la obra de Conan Doyle que nada tiene que ver con Sherlock Holmes, como The Lost World, antecesora de El Mundo Perdido o Parque Jurásico, de Michael Crichton, o las obras que dedicó a una de sus grandes pasiones, el espiritismo.
Conserva también una curiosa y extensa colección de mangas japoneses sobre la figura del detective inglés, fotos firmadas por actores que, como Charlton Heston, Michael Caine y Benedict Cumberbatch, han interpretado en el cine el genial detective, "aunque para mi el mejor fue Basil Rathbone, que incluso me dedicó un libro", afirma Joan, comics de todo el mundo y decenas de figuras, llaveros, colgantes, medallones, monedas, peluches, zapatillas, cartas, caganers, vasos, copas, jarras, cervezas, y un largo etcétera.
Joan está reconocido en todo el mundo como uno de los mayores expertos en el universo de Sherlock Holmes. Ha dado conferencias en varios países, entre ellos Japón y Australia, y este año recibió un sincero homenaje del Circulo Holmes como muestra de agradecimiento a su dedicación.
Él se limita a afirmar que "el coleccionismo es como una tradición familiar y yo lo llevo en la sangre".