Colgando con pinzas los deseos de los 'sin techo' en un simbólico tendero. De esta original forma la Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar (XAPSLL) ha querido “extender” y dar a conocer la situación en que se encuentran las más de mil personas que cada noche duermen en la calle en Barcelona. Y lo que es más preocupante, la cifra de personas sin hogar no para de crecer desde que comenzó la crisis económica hace casi 10 años. Las cifras son desalentadoras: desde 2008, el número de barceloneses 'sin techo' se ha disparado en un 56%.
La teniente de alcalde de Drets Socials, Laia Ortiz (BeC) que ha participado en la acción, ha reivindicado “el derecho a la vivienda de las personas más maltratadas” de Barcelona. Ortiz ha incidido en que el problema no se solucionará si no se ponen en marcha “políticas ambiciosas de vivienda” y ha recordado que el Ayuntamiento de Barcelona promueva una reforma de la ordenanza del civismo porque “no puede ser que estar durmiendo en la calle sea un delito”. “Lo que hay que consiguir es que no haya ninguna persona sin hogar”, ha subrayado la teniente de alcalde.
Durante el acto, en el que han participado unas 300 personas convocadas por 36 entidades, varias personas que viven y duermen en la calle han hecho la lectura conjunta de un emotivo manifiesto. En el comunicado, han reivindicado que tienen “derechos”, que son tan personas como cualquiera, que no son ni viciosos ni vagos. y que lo que más desean es “salir de la calle y poder aportar nuestra experiencia a la gente para que no vuelva a ocurrir”.
DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES
Los portavoces de la XAPSLL, Maite Mauricio y Ricard Barrull, han explicado que "perder el hogar supone no tener acceso a derechos humanos fundamentales” y que vivir en la calle impide a los afectados “reconstruir sus vidas y recuperar los vínculos familiares y los amigos”.
Gracias al trabajo de las entidades que la integran, la XAPSLL ha logrado que 2.006 personas que no tenían hogar "tengan garantizado actualmente un alojamiento”, ya sea en pisos unifamiliares, compartidos o centros residenciales o también mediante el acceso al alquiler social. Si a esta cifra se añaden las se suman las 1.026 personas que pernoctan al raso en Barcelona se obtiene la terrible cifra de personas que se encuentran en una situación de exclusión extrema: 3.383.
La XAPSLL ha revelado que los elevados precios de los alquileres en Barcelona se han convertido en “un impedimento para garantizar el derecho a la vivienda” y de forma indirecta ha provocado que las personas 'sin hogar' que son atendidas en equipamientos de la red pasen “más tiempo del que sería necesario” por falta de alternativas. Además, “la falta de vivienda social” en Barcelona todavía ha agravado más el problema.