En 2017, 56 personas que han vivido parte de su vida en la calle han fallecido en Barcelona. Esto supone el aumento de 20 personas más en comparación con el año pasado, que fallecieron 36. La media de edad en 2017 también ha bajado de los 60 a los 59 años. Son 22 años menos que el resto de la población.
Según ha informado la fundación Arrels, que ayuda a las personas que viven en la calle, la persona sin techo fallecida con más edad en el último año tenía 84 años, mientras que la más joven apenas contaba con 31. En el momento de fallecer, algunos vivían en un piso, otros estaban en una residencia, muchos en un hospital o la cárcel, pero varios vivían en la calle.
Por eso, la fundación ha convocado junto con otras entidades de Barcelona un acto en la Plaza dels Àngels para visibilizar esta realidad, que tendrá lugar próximo miércoles, 22 de noviembre. Durante muchos años, la fundación realizó este acto en la intimidad, pero en 2016, decidieron trasladarlo a un espacio público, con el afán de dar a conocer esta triste realidad.
MÁS PERSONAS SIN HOGAR
Las asociaciones que atienden a las personas sin hogar denuncian que los que viven en la calle ven vulnerados la mayoría de sus derechos, en especial, su derecho a la salud, "porque no todas las personas que viven en la calle pueden ir al médico más allá de las urgencias, y muchas no han recibido la atención que necesitaban a pesar de estar muy enfermas", explican. "Vivir en la calle deteriora la salud y acorta la vida", dicen en una carta.
"¿Sabías que cuando muere una persona que ha vivido en la calle no suele haber una lápida ni mucha gente que le acompaña? No hace mucho, un hombre que había perdido a su amigo nos preguntaba, extrañado, por qué no podría tener un lápida donde recordarlo", enfatizan las asociaciones.
Según datos del INE, en España, los alojamientos para personas sin hogar acogieron a una media de 16.437 personas diariamente, lo que supone un incremento del 20,5% en relación a la anterior cifra registrada en 2014, cuando se atendieron a una media de 13.645 personas al día.
En Barcelona, más de un millar de personas duermen en la calle y otras 2.000 lo hacen en albergues y recursos públicos y privados. La mayoría de los que viven en la calle se concentran en los distritos del Eixample, Ciutat Vella y Sants.
"Todas estas personas tienen derecho a tener un hogar donde sentirse seguras, donde no pasar frío y poder recuperarse cuando están enfermas. Todo el mundo tiene derecho a una vida digna y una muerte digna”, concluyen en la carta que leerán el próximo miércoles en el acto público.