Este jueves por la mañana la famosa escultura El Gato de Botero, que se encuentra en el Raval, ha aparecido envuelta con papeles y lazos amarillos, y un inequívoco mensaje: libertad a los presos políticos.
La Junta Electoral Central ha reiterado esta semana que estos soportes no respetaban la neutralidad exigida en época electoral. Por eso se prohibió, por ejemplo, iluminar las fuentes de la ciudad con luz amarilla. Ni el Ayuntamiento ni ninguna institución puede posicionarse con lazos amarilos en los edificios durante el periodo de campaña electoral.
Ante tal negativa, la iniciativa ciudadana Omplim Brussel·les motiva a los partidarios de la república catalana a llenar las ciudades de color amarillo. Los usuarios han empezado a subir fotos a Twitter donde se aprecian elementos del mencionado color como motivo de protesta y resistencia.
Árboles de navidad en casas, esculturas, pasos de peatones, fachadas o balcones son algunos ejemplos de las fotos que Omplim Brussel·les ha compartido en su cuenta. En ella invita a los ciudadanos a colgar una luz o pieza amarilla en los balcones.