A la misma hora que los Reyes Magos desembarcaban en Barcelona y eran recibidos por la alcaldesa Ada Colau, por aquellas cosas de la magia, Melchor, Gaspar y Baltasar aparecían en la fuente de Canaletes. Eran tres manteros, convertidos en los Magos de Oriente, llegados a la capital catalana "después de saltar muchas vallas y fronteras".
La comitiva que ha recibido a estos Reyes Magos, donde los aficionados azulgrana celebran los títulos de su equipo, era mucho menor. Apenas unas decenas de personas seguían la curiosa escena, sobre todo turistas y viandantes que no acababan de entender qué estaba pasando. Detrás de esta iniciativa, que ya se ha celebrado otros años, está el sindicato de manteros --oficialmente Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes-- para denunciar las situaciones de racismo y las políticas contra los derechos humanos.
Sin pajes, ni lujos, dos hombres y una mujer, que normalmente malviven de la venta ambulante, se han sentado frente a la fuente de Canaletes para recoger las cartas de unos pocos niños y escuchar las reivindicaciones de distintas entidades sociales y la única concejala que se ha acercado a verlos, la cupaire Maria José Lecha.
EL MEDITERRÁNEO, UNA FOSA COMÚN
SOS Racisme ha reclamado "que todas las personas se puedan mover libremente por el mundo, sin que nadie les identifique y sin Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE)", y el colectivo Stop Mare Mortum ha pedido "que el Mediterráneo deje de ser una fosa común", en referencia a los miles de inmigrantes que han muerto ahogados en el mar en su intento de llegar a Europa.
El Espacio del Emigrante ha exigido que se derogue la Ley de Extranjería y que se deje de perseguir el top manta en Barcelona. "Sobrevivir no es un delito". Y la regidora, María José Lecha, ha dicho que en Barcelona no se discrimina a negros y chinos, "sino que se discrimina a los negros y chinos pobres".
La visita de los reyes manteros a Canaletes era seguida a poca distancia por un grupo de agentes de la Guàrdia Urbana, que, unos minutos antes, había hecho recular Rambla arriba a unos vendedores ambulantes. Lejos de huir, y con la policía a pocos metros, los manteros han plantado sus productos cerca del Hard Rock Café y en el vestíbulos del metro de la plaza de Catalunya.
'Top manta' junto a la Rambla, en la acerca del Hard Rock Café / J SUBIRANA