Los refugios antiaéreos de BCN, obra de niños y ancianos
La sociedad civil construyó 1.200 guaridas subterráneas, mientras que el Ayuntamiento apenas cavó 200
17 marzo, 2018 17:01Noticias relacionadas
Barcelona conmemora el 80º aniversario de los bombardeos de marzo de 1938, el año que más muertes hubo durante la Guerra Civil. Entre el 16 y el 18 de ese mes, la ciudad sobrevivió a los peores episodios de bombardeos de la guerra. Una ofensiva sostenida especialmente por la Aviación Legionaria italiana, por orden directa de Benito Mussolini.
Hoy, los historiadores Manel Aisa y Bernat Pizà han explicado el revés de un bando y del otro durante esos días, y lo han hecho en la plaza de Joan Amades del barrio del Raval, donde cuelga una placa que recuerda a las víctimas de aquellos bombardeos.
Manel Aisa ha explicado la llegada del barco de Eugenia de Saboya que pretendía “acabar con la fábrica Elizalde de automovilismo”, situada por aquel entonces en el Passeig de Sant Joan, y que, “al no poder echarla abajo, produjo un ataque en Les Rambles que se saldó con 16 muertos”. Un ataque en contra de la población civil como no se había dado antes. Otro de los bombardeos que ha destacado el historiador ha sido el que se produjo en una fábrica de municiones del Poble-sec y ha hablado de la defensa pasiva. Una defensa creada desde la retaguardia que consistía en la construcción de refugios subterráneos.
Estas obras de ingeniería fueron construídas por los niños y las personas más mayores. “Había casi un refugio en cada calle, y de los 1.400 que hubo en Barcelona, tan solo 200 fueron construidos por el Ayuntamiento de ese momento”, ha explicado Aisa. Bernat Pizà, también historiador, ha resaltado la misma técnica defensiva llevada a cabo por la población civil como, por ejemplo, las baterías antiaéreas construidas por el bando republicano sobre el Turó de la Rovira. “Desde allí se creaban columnas de humo para dificultar la visión de los pilotos que se acercaban con los aviones a menos de 4.000 metros de altura”, según ha descrito el joven historiador Pizà. También ha recordado otras baterías, como las del puerto de Barcelona, que hoy ya no existen, las del Poblenou y las de Montjuic.
El ataque más conocido fue la bomba del Coliseo, a la que ha hecho referencia Manel Aisa. Una bomba que cayó a las 14:00 horas del día 17 de marzo sobre un camión cargado con cuatro toneladas de trilita (procesado de carbón) y cuyo efecto se multiplicó tanto que la onda expansiva llegó hasta el barrio del Raval. Un tranvía voló por los aires y fallecieron 500 personas.
Coincidiendo con el 80º aniversario de aquellos hechos, el fin de semana del 17 y 18 de marzo, Barcelona está organizando diferentes actividades en diversos puntos, en recuerdo de los 551 fallecidos y los 1.151 heridos civiles que provocaron los bombardeos. También podrá gozarse de unas proyecciones en la fachada del Ajuntament con un videomapping del árbol de la vida, de las 19:30 y a las 21:00.