La remodelación de la avenida del Príncep d'Astúries empezará el próximo martes. El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto transfomar la importante calle, que une la plaza de Lesseps con la Via Augusta, y pasa por dos distritos, Gràcia y Sarrià-Sant Gervasi.
Los principales objetivos de los trabajos son dar prioridad al peatón, revitalizar la avenida y mejorar la conexión entre los barrios. Una vez finalizadas las obras, las mejoras más visibles serán aceras más amplias (de 4,5 metros, el doble que ahora en algunos puntos) y la reducción de los carriles de circulación actuales, que pasarán de cuatro a tres.
También se construirán zonas de estancia y de descanso, se dibujarán más pasos de peatones y se plantarán más árboles. Además, se renovará la iluminación, se instalarán dos puntos de recarga eléctrica para motocicletas y se dotará las aceras de un nuevo mobliario urbano. Los materiales que se utilizarán en la pavimentación favorecerán una reducción de la contaminación acústica.
Los trabajos costarán unos 4,9 millones y se prolongarán alrededor de un año. La intención del gobierno de Ada Colau es que la reforma esté lista en marzo del 2019 para que la nueva avenida pueda ser inagurada antes de las elecciones municipales.
TRES CARRILES
Los tres carriles de circulación que quedarán con la avenida renovada serán dos en sentido descendente y uno de subida. De los dos carriles de bajada, uno será para el transporte públlico y el otro para los vehículos privados. En sentido ascendente, el único carril que existirá será de uso compartido.
También se creará un carril de 1,80 metros que irá cambiando de uso a lo largo de la calld. O bien se utilizará para carga y descarga, o para colocar aparcamientos para motos o contenedores.
Durante el período de obras, el consistorio mantendrá abiertos los dos carriles de circulación de vehículos en sentido descendente, es decir hacia la plaza de la Gal·la Placídia, mientras que se cortará el tráfico hacia la plaza de Lesseps, desde la rambla del Prat. Esta calle pasará a ser una calle con la circulación restringida y sólo se permitirá circular a las líneas de bus que serán desviadas por las obras, los vehículos de servicios y los de los vecinos.
Desde el martes, las paradas de bus de la avenida del Príncep d'Astúries desaparecerán. Las líneas afectadas son la D40 y la 27, que se desviarán hacia la rambla del Prat y la calle Gran de Gràcia, para después recuperar su recorrido habitual.
Probablemente, este no será el único cambio que afrontará la calle en los próximos años. El Ayuntamiento plantea borrar al príncipe de Asturias del nomenclátor barcelonés y rebautizar la calle como Riera de Cassoles.