El mismo lugar donde hace sólo 8 meses Barcelona se vistió de luto se ha convertido este lunes en el escenario de la fiesta más popular de la ciudad. Miles de barceloneses disfrutan desde primera hora de un Sant Jordi en el que se esperan unas buenas cifras de venta de libros y rosas.
Las imágenes de horror en La Rambla tras el atentado terrorista permanecerán durante mucho tiempo en la memoria de los barceloneses, que sin embargo este lunes pueden olvidarlas durante un rato disfrutando del ambiente festivo del día en honor al patrón de Catalunya, un Sant Jordi al que cada año acompañan los libros y las rosas.
La Rambla y Rambla Catalunya son las dos calles donde más barceloneses pasarán a lo largo del día para disfrutar de las paradas y de las novedades, tanto editoriales como de detalles relacionados con la Diada de Sant Jordi. También es donde se congrega el mayor número de escritores firmando sus obras a los interesados.
Se espera que entre 1,2 y 1,5 millones de personas pasen por La Rambla, Rambla Catalunya y el paseo de Gràcia. Con la alerta antiterrorista activada, se ha previsto un dispositivo con una circulación más fluida, con más espacio entre paradas, para evitar las aglomeraciones.
Una de las novedades de este año es la comercialización de rosas amarillas. Si bien otros años ya se podía encontrar alguna, el trasfondo político que se le ha dado este año al color ha aumentado considerablemente su presencia en las paradas de floristas, aunque el rojo sigue siendo el predominante.
Las previsiones meteorológicas invitan al optimismo de los comerciantes, pues se espera que se mantengan las temperaturas agradables durante todo el día. Tras dos años en los que la Diada cayó en fin de semana, la vuelta a la 'normalidad' en la festividad provocará que al mediodía, que es cuando los trabajadores tienen la pausa para comer, y a la salida del trabajo sea cuando se produzcan más aglomeraciones de gente en las calles.