Sólo las mujeres trabajan en casa en Barcelona
El 90% de las labores domésticas en la ciudad las asumen ellas, según el Ayuntamiento
25 abril, 2018 13:10Noticias relacionadas
La igualdad de género está lejos de conseguirse en las casas de Barcelona. Según el Ayuntamiento, las mujeres asumen el 90% de los trabajos domésticos y de cuidado de las personas. El dato lo ha dado a conocer este miércoles el consistorio barcelonés, coincidiendo con la inauguración del II Fòrum Rosa Virós dedicado a las desigualdades de género en los trabajos y pobreza de las mujeres, y figura en el estudio Mujeres y trabajos. Una aproximación al mercado del trabajo desde la perspectiva de género, que se presentará en el foro.
Otras cifras indican que en Barcelona la brecha salarial entre hombres y mujeres llega al 25% y que el 66% de los contratos temporales en la ciudad se hacen a mujeres. En la mayoría de casos las mujeres no quieren este tipo de contratos parciales, que, por lo general, se produce en los sectores con niveles de estudios más bajos. La tasa de paro también es ligeramente superior entre las mujeres barcelonesas, un 8,4 frente a un 7,3 de los hombres.
REDUCCIÓN DE INGRESOS
Según la alcaldesa Ada Colau, "la reducción de ingresos que sufren mayoritariamente las mujeres genera graves impactos en la calidad de vida y tiene una repercusión directa en la salud física, mental, sexual y reproductiva. Todo ello hace que estas personas no puedan desenvolupar plenamente sus capacidades en todos los aspectos de su vida personal y profesional".
El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado en el foro el proyecto Precarias. Mujeres rompiendo con la precariedad, con el que, durante este año, buscará mejorar la vida de 60 mujeres de los barrios de Sants, La Verneda, El Carmel y el Bon Pastor, que viven en situación de precariedad. El proyecto va dirigido a mujeres que pese a que trabajan no pueden tener una vida digna. El plan pretende potenciar la emprendeduría y el trabajo en red.
Con el proyecto Precarias, el gobierno de Colau quiere abordar estas nuevas precariedades, a veces invisibles, que sufren sobre todo mujeres, muy dedicadas a los trabajos domésticos y con dificultades para seguir formándose, mejorar sus condiciones laborales y con problemas para acceder a una vivienda.