El curioso pacto de independentistas con ultras nazis en la guerra del taxi
La Policía ya tiene identificados a los agitadores más violentos, a los que grabó sin capucha
27 julio, 2018 07:34Noticias relacionadas
Este miércoles, los radicales independentistas comenzaban a hacer circular una noticia de última hora: “El ultraderechista nazi madrileño Peseto Loco llega a Barcelona a agitar a los taxistas”, alertaban los mensajes. Peseto Loco es Nacho Castillo, 36 años, un taxista de Madrid que ha liderado todas las protestas en la capital española contra las empresas de VTC (coches con conductor). Es, además, el líder de Elite Taxi, el sector más radical del taxi. Exboxeador, en 2016 fue condenado por disparar con una pistola de aire comprimido contra un coche de Cabify.
Con ese currículum, Peseto Loco radió en directo desde las redes sociales su aterrizaje en Barcelona. Y no pasó desapercibido para los sectores independentistas, atentos a lo que pueda ocurrir en el sector del taxi. De hecho, se produce la gran paradoja de que los extremistas independentistas tienen inmejorables relaciones con el sector del taxi, hasta el punto de que no se ha de descartar que alguno de los líderes del mismo puede engrosar las listas de la CUP o, en defecto, de Podemos.
Es el caso de Alberto ‘Tito’ Álvarez, el líder de Elite Taxi Barcelona, es decir, el colega más colega de Peseto Loco. Tito ya había participado en las luchas del taxi contra Uber hace cuatro años. Y ahora lo hace contra Cabify y Uber. En los círculos políticos no deja de ser curioso que su incendiario discurso se dirija contra las Administraciones y los políticos, pero jamás ha criticado a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a la que, por el contrario, ha dirigido palabras elogiosas. En esos mismos círculos se afirma que a Álvarez le espera una lista electoral de izquierdas, ya sea independentista o pseudoindependentista.
Así pues, el amigo de los ‘indepes’ forma piña con el “ultraderechista nazi madrileño” al que los propios ‘indepes’ ponen en su diana como elemento potencialmente peligroso. Un explosivo cóctel que sólo puede entenderse en un complejo mundo sindical como el del taxi. El propio Nacho Castillo rechaza el calificativo de ultra y de nazi. Se define apolítico y trabajador que no se deja pisar y da la bienvenida y se abraza con quien quiera defender el sector del taxi de la “competencia desleal de Uber y Cabify”.
TAXISTAS CAMUFLADOS EN MOTO
Lo cierto, sin embargo, es que en Barcelona se lió muy grande en esta ocasión. Los taxistas tomaron las calles de la capital catalana perfectamente organizados. “Había grupos que iban en moto, camuflados. Cuando detectaban algún coche VTC, le seguían. A veces, lo acosaban o a veces lo atacaban”, explica a Metrópoli Abierta una fuente policial.
Los alborotadores iban bien pertrechados con grandes piedras y objetos contundentes. Algunos llevaban también tirachinas con bolas de acero, que disparaban a los vehículos enemigos. Uno de los más activos agitadores iba encapuchado, pero los investigadores ya tienen fotografías de él sin capucha y está perfectamente identificado, según explican las fuentes. Otro de los más violentos tiene antecedentes penales. Hace varias semanas, le grabaron atacando las instalaciones de una empresa VTC en Hospitalet de Llobregat. Este miércoles estaba en Barcelona, haciendo lo mismo. “Será fácil de localizar. Antes hemos de tener todo bien controlado”, arguyen desde la Policía.
Lo cierto es que durante la jornada de protesta no hubo desgracias personales por pura casualidad. El caso más mediático fue el ataque de un grupo de taxistas a un coche de Cabify con una familia francesa en su interior. El hecho de que hubiese una niña pequeña en el vehículo no detuvo a los exaltados, que propinaron patadas al mismo mientras rompían los cristales de las ventanillas.
MIEDO A DENUNCIAR
Pero hubo situaciones que no desmerecen a la citada. Algunos coches recibieron el impacto de grandes piedras en sus ventanillas, que milagrosamente no impactaron en la cabeza de sus ocupantes. Una docena de vehículos sufrieron desperfectos de esta naturaleza. Varios de los conductores de las empresas afectadas pusieron luego denuncias ante los Mossos d’Esquadra por los ataques sufridos y los daños causados a sus vehículos. El conductor de uno de los coches, en un principio, se negó incluso a denunciar por miedo a que grupos de taxistas fuesen después a vengarse de él, pero fue convencido por la empresa y la propia Policía de que nada tenía que temer.
Tras los violentos disturbios, mientras las empresas retiraban a sus flotas de las calles para evitar desgracias y propiciar el fin de la salvaje huelga, el ministerio de Fomento aceptaba retirar las medidas cautelares (que dejaban sin efecto la normativa aprobada por Colau) y la Guàrdia Urbana pactaba con los taxistas que hiciesen una marcha lenta pacífica sin disturbios.
CARACOL NIEGA VINCULACIONES POLÍTICAS
En contacto con Metrópoli Abierta, Saúl Crespo, portavoz de la asociación del taxi Plataforma Caracol, negó que "Peseto Loco sea ultraderechista o nazi". "Es completamente falso. Tampoco es cierto que Tito Álvarez sea independentista, otra cosa es que pueda simpatizar más o menos con Podemos", añadió Crespo. "La Plataforma Caracol es apolítica y nosotros representamos a los trabajadores del taxi, sin ideología alguna", sentenció.