El turista agredido: "Me querían asesinar, sentí que mi vida estaba en peligro"

El turista norteamericano agredido por un grupo de manteros el pasado miércoles en la plaza de Catalunya se llama José Bravo. Con un ojo hinchado y morado y con dos grandes apósitos en la cabeza, el turista ha hablado este viernes ante los medios junto al lugar en el que fue atacado, en la plaza de Catalunya. Bravo temió por su vida. "Me quisieron asesinar. Sentí que mi vida estaba en peligro", ha dicho.

Bravo ha asegurado que los manteros le agredieron porque intervino para ayudar a una mujer que era increpada y golpeada por los vendedores. El turista, de 45 años, ha visitado Barcelona por primera vez y dice que no tiene intención de volver. "Me llevo una muy mala imagen".

"NO ENTIENDO COMO EL ALCALDE LO PERMITE"

Bravo ha afirmado que España se está convirtiendo "en un país del tercer mundo". Para el ciudadano norteamericano, la culpa es de los políticos. "No entiendo cómo el alcalde de la ciudad permite esto", ha subrayado en referencia a la alcaldesa Ada Colau.

El visitante ha asegurado que le agredieron varios grupos de manteros. "Salían de todas partes. Me atacaron con cinturones. Después fueron a por un arma... Intentaron arrancarme el pelo". Bravo, muy indignado, ha dicho que los manteros sabían en qué puntos del cuerpo golpearle para matarle. El turista asegura que sería capaz de reconocer a sus agresores tras visualizar las imágenes.

El turista agredido, tumbado en una camilla, atendido por el servicios médicos. 

AVISO A LA EMBAJADA

Tras ser brutamente agredido, Bravo dice que tiene intención de hablar con la embajada norteamericana para que avise a los turistas de la situación en la ciudad, ha explicado el visitante en una plaza de Catalunya este viernes por la mañana sin manteros y muchos agentes de la Guàrdia Urbana.

Según Bravo, en Estados Unidos también hay vendedores ambulantes en la calle, pero ha asegurado que todo lo que venden es legal. Dice que allí los manteros, a los que llaman "los africanos", también tienen los permisos correspondientes para vender en la calle.