Los socorristas se concentran en la plaza de Sant Jaume y plantan cara a la Generalitat con un megáfono y desde una silla de vigilancia. Reclaman un decreto que regule el sector de los socorristas en las playas del litoral catalán.
“Ahora, cada municipio lanza un concurso diferente a las empresas que cada vez economizan más nuestro servicio”, ha comentado Albert Mayordomo, uno de la treinta de socorristas que se ha dado cita en esta plaza en representación se todos los compañeros de Catalunya.
Actualmente, cada municipio gestiona este sector como mejor le conviene, desde el área de Turismo, Seguridad, Medio Ambiente o Infraestructuras.
REIVINDICACIÓN SINDICALISTA
La petición se encauza desde la plataforma SOS Socorristes de la mano del sindicato de Unió General de Treballadors de Catalunya. Necesitan 50.000 firmas para impulsar una iniciativa legislativa popular (ILP) para que el Parlament de Catalunya regule por decreto ley la seguridad de las playas. El colectivo pretende recoger estas firmas a través de change.org, plataforma online en la que ya suman 2.400 firmas. La plataforma lamenta que sigan trabajando bajo una normativa del año 1972 que no especifica a los socorristas que trabajan en las playas. “Luchamos por un convenio sectorial que dignifique y profesionalice nuestro sector”, reclaman en sus panfletos que hoy han repartido a los viandantes que cruzaban Sant Jaume durante toda la mañana.
NO EXISTE UN CONVENIO SECTORIAL
“Ningún convenio incluye a las particularidades de los socorristas de las playas. Estamos en uno como trabajadores del deporte pero nosotros nos consideramos del sector sanitario (aunque tenemos que estar en forma). Atendemos lipotimias, fracturas, insolaciones, picaduras, cortes… y hay playas de Catalunya no tienen vigilantes”, explica Nicolás Miguel desde la plaza.
SIN AGUA, NI PROTECTOR SOLAR
La mayoría de socorristas de vigilan las playas catalanas trabajan más de diez horas al día por unos 900 euros mensuales, sin agua, ni protector solar y en unas sillas que no se corresponden a las necesidades de los trabajadores que velan por la seguridad de los bañistas, lo cual también han denunciado.