Una imagen del entrevistado Albert Llimós

Una imagen del entrevistado Albert Llimós

El pulso de la ciudad

"El Paral·lel es maravilloso, tiene todas las contradicciones"

Entrevista con Albert Llimós, responsable de un libro que reivindica la figura de Rossend Llurba

2 septiembre, 2018 17:51

Hasta hace poco había quedado en la memoria popular Alejandro Lerroux, el polémico y controvertido político. Se creía que uno de los políticos más famosos por la demagogia, había sido el emperador del Paral·lel en los años dorados de esta arteria barcelonesa. Pero un libro dedicado a la figura de Rossend Llurba defiende la importancia de este personaje injustamente desconocido. Llurba fue un periodista cultural, compositor y alma mater de muchos espectáculos. Un titán de la cultura popular de la primera mitad del siglo XX.

Albert Llimós, ligado al Teatre Nacional de Catalunya, es el responsable de Història del Paral·lel. Memòries d’un home de carrer (editorial Comanegra). Esta obra reinvidica la figura de Llurba y lucha para que no caiga en el olvido. En ella se incluye una historia del Paral·lel inacabada por el mismo Llurba y artículos de pensa que escribió nuestro personaje, además de tres breves piezas literarias de gran valor.

Hasta ahora existía la idea de que Lerroux era el emperador del Paralelo. ¿Por qué?
Es que popularmente se conocía a Lerroux con este epíteto. Por tanto, todo el movimiento político de Lerroux tenía una presencia muy marcada en el Paralelo. La avenida era un espacio de formación y de encuentro del obrerismo y Lerroux lo supo aprovechar. También era un espacio de confluencia entre el obrerismo castellano parlante y el aprendizaje del catalán. Llurba es importante en este aspecto, gracias a su teatro popular y al cuplé.

¿Ése es el mérito de Llurba para ser considerado el verdadero emperador del Paralelo?
Sí, porque Llurba tiene un papel muy importante en todas las artes escénicas que se desarrollan en el Paralelo. Llurba tocó todos los papeles. Era desde agente de cupletistas, hasta libretista. Era quien le escribía los chistes a los cómicos más importantes. Fue autor de diferentes revistas. También dominó el cuplé. De hecho, el primer cuplé en lengua catalana lo canta Raquel Meyer es La font del Xirineu, de 1917, y es de Llurba. Es un momento en el qual el cuplé empieza a dar un salto de calidad. Es una música que se desvincula de la prostitución.

Una imagen del Paral·lel | Josep Maria Sagarra, Arxiu Fotogràfic de Barcelona

Una imagen del Paral·lel | Josep Maria Sagarra, Arxiu Fotogràfic de Barcelona


Introduce el catalán en la cultura de masas.
Claro. Llurba tiene claro que el cuplé y las artes escénicas son importantes. Es como los coros de Clavé o el teatro de Pitarra. Son el núcleo, el motor que hace que la lengua catalana se utilice en una nueva sociedad de masa que se estaba creando. La recuperación del catalán no se hace solamente desde la burguesía y los Juegos Florales que impulsa, sino también desde otras tradiciones muy arraizadas, como la cultura teatral. Llurba reinvidica que si el catalán es de uso público en la sociedad de masas, lo es gracias a los géneros menores.

De ahí el título de Emperador del Paralelo para Llurba.
Sí. Es por eso que a Xavier Albertí, Director Artístico del TNC, uno de los colaboradores de este libro, le parece que el título de Emperador se lo merece Llurba. Es una figura retórica con la que le bautizamos…

"Es uno de los grandes defensores de que el discurso político no tenía que quedar secuestrado por populismos"

¿Y por qué era tan desconocido Llurba hasta la edición de su libro?
Eso tiene que ver con muchas circunstancias. Desde que llegó Xavier Albertí a la Dirección Artística del Teatre Nacional de Catalunya estamos apoyando este discurso. Rossend Llurba ya lo reivindicaba en 1912 pero su discurso desapareció porque triunfó una mirada mucho más elitista de la cultura catalana. Y esta mirada es la que se ha perpetuado.

Llurba introduce el comentario político en sus obras. Puede poner algún ejemplo.
Es uno de los grandes defensores de que el discurso político no tenía que quedar secuestrado por populismos como el del otro Emperador del Paral·lel, como Lerroux.

¿Es cierto que Llurba se vanagloriaba de no gustarle Shakespeare o Dante?
Bueno, eso lo dijo un amigo suyo en un texto de presentación. De alguna manera,  Shakespeare o Dante son el paradigma de autores que buscará el elitismo catalán, el noucentisme, para construir una nueva cultura teatral popular. Quien traduce al principio el Sueño de una noche de verano es Josep Carner, y Carner renegaba del legado teatral de Pitarra. Traducir Shakespeare al catalán es renovar la lengua de una manera no tan contaminada como la lengua de Pitarra. La representación del Sueño de una noche de verano fue un fracaso porque no se había hecho en una lengua popular.

Una imagen del Paral·lel |Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya

Una imagen del Paral·lel |Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya


¿Cómo era el Paralelo en aquella época dorada?
Bueno, la idea de época dorada es una idea nostálgica. Yo, francamente, no sé si era una época dorada o no. Pero vale la pena leer las memorias de Llurba, que son un retrato muy fiel y lo explica mucho mejor que yo.

El Paralelo fue uno de los lugares por donde la modernidad entró en Barcelona.
Se creó una nueva sociedad de masas y tuvo como reflejo una nueva creación artística. Es la época de crear en la época de la reproducción mecánica. Es la época del cine o de las pianolas, que se podía reproducir en cualquier parte. Todos los nuevos inventos tienen un epicentro en la plaza Catalunya y luego van al Paralelo. El Paralelo no deja de ser una frontera entre la Barcelona dentro de las murallas y la periferia.

Una imagen del Paral.lel hoy

Una imagen del Paral.lel hoy


Hay un boom de población.
Crece mucho la población en Barcelona con el Pla Cerdà, y el Paral·lel es un hijo del Eixample. En estos espacios de frontera hay siempre mucha creatividad. Además, el puerto estaba cerca. El Paral·lel era un caldo de cultivo. La cultura oficial lo rechazó pero luego todo se fue convirtiendo en normal. Llurba ya defiende eso en 1912.

"Hay que mantener la memoria del Paral·lel y el Paral·lel es un pozo de espacios de memoria"

¿Y cómo ve usted ahora el Paral·lel? ¿Qué haría para potenciarlo? ¿Qué pediría a las autoridades en este sentido?
El Paral·lel es el que es. Es maravilloso. Tiene todas las contradicciones que ha de tener una zona así, como cualquier ciudad. No tengo nada que pedir a las autoridades. Ha habido este movimiento para defender que el Arnau se conservase como edificio. Conservar el Arnau, como edificio simplemente, sería una cuestión arqueológica. Tiene el mismo valor según la opinión de cada uno. Pero el Arnau es el último teatro de madera, de barraca de Europa. Nos permite conocer cómo funcionaban estos espacios. Hay que mantener la memoria del Paral·lel y el Paral·lel es un pozo de espacios de memoria.

Usted es asesor literario del TNC. ¿Qué interés ha tenido el TNC en este libro?
Se celebraba el centenario del primer cuplé en catalán y el TNC reivindica la cultura de masas. Desde la llegada Xavier Albertí el TNC apoya estos géneros. El primer espectáculo de Xavier Albertí fue Taxi, al TNC, para reivindicar la importancia del couplé, de la zarzuela y la revista catalana. Son géneros que se tienen por menores, pero son fundamentales. No se puede menospreciar un patrimonio así, y Llurba es fundamental en este sentido.