La llegada de menores no tutelados a Barcelona ha desbordado a los servicios sociales y, ante la inoperancia de las autoridades, muchos jóvenes llevan varios días durmiendo en comisarías de los Mossos d'Esquadra a la espera de que alguien les ofrezca una solución. El cierre del centro de Hostafrancs y la falta de instalaciones ha dejado en la calle a numerosos niños y adolescentes.
El último en mover ficha ha sido el Gobierno español, que ha ofrecido un edificio deshabitado en pleno centro de Barcelona. Meritxel Batet, ministra de Política Territorial, ha ofrecido “un espacio de acogida para facilitar el impacto" que ha tenido en la ciudad la llegada de menores no tutelados, en su mayoría de origen marroquí.
UN MES DE OBRAS
El edificio en cuestión se encuentra en el número 4 de la calle de la Nau, al lado de Via Laietana. El inmueble iba a salir a subasta el próximo 10 de octubre, pero el Gobierno español ha decidido parar la operación a la espera de que la Generalitat, quien regenta las competencias, acepte o no el ofrecimiento de las instalaciones.
De todas formas, el edificio no está acondicionado todavía para acoger a los menores, así que la solución no sería a corto plazo, pues se han de hacer obras para adaptar las estancias que podrían alargarse un mes.
Estos menores no tutelados no son delincuentes, como ha explicado el conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, quien también ha reconocido que “las comisarías de los Mossos d'Esquadra no están preparadas para estas situaciones".