La Torre Espiral podría alzarse en Barcelona
Pere Navarro insiste en reactivar el proyecto de la arquitecta iraní Zaha Hadid
22 noviembre, 2018 14:37Pere Navarro, actualmente delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), quiere reactivar la construcción de la Torre Espiral que proyectó para Barcelona la arquitecta iraní Zaha Hadid. Así lo ha comunicado este jueves durante el desayuno informativo "Foro Europa. Tribuna Catalunya".
En julio de 2009, la prestigiosa arquitecta –que en 2004 fue la primera mujer en obtener un premio Pritzker–, y el entonces alcalde de la ciudad Jordi Hereu –que ha sido el encargado de presentar la conferencia de Navarro– pusieron la primera piedra del que debía ser uno de los edificios de oficinas más singulares de la capital catalana.
DEJAR SU HUELLA EN EL FÒRUM
Con la Torre Espiral, Zaha Hadid iba a dejar su huella en la zona del Fòrum, que ya cuenta con obras de otros prohombres de la arquitectura contemporánea como el edificio de Jacques Herzog y Pierre de Meuron. No obstante, con la llegada de la crisis económica, en 2011 el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, que era quien pagaba el edificio, decidió congelar el proyecto y nunca más se ha reanudado.
Según declaraciones a Efe, Navarro ha precisado que su voluntad manifestada durante la conferencia no es más que eso, un deseo, puesto que en la actualidad no existe ningún plan para reactivar las obras. En este sentido, ha asegurado que como presidente del CZFB estaría dispuesto a escuchar y colaborar con cualquier promotor que quisiera sacar adelante la Torre Espiral.
NUMEROSAS ZONAS ABIERTAS
Hadid concibió ese edificio como un movimiento en espiral y esto se concreta con una estructura en la que se superponen los volúmenes, con numerosas zonas abiertas y un interior muy luminoso. El valor arquitectónico de la Torre Espiral, incuestionable desde el primer momento, es si cabe hoy más grande, dado que Hadid falleció de forma repentina en 2016 y se trataría de una obra póstuma. De hecho, el High Line de Nueva York, inaugurado en 2017, también fue uno de los últimos edificios que diseñó la arquitecta antes de morir.