La plaza de Les Glòries se transforma en una gran alfombra verde
La primera fase del parque de la Canòpia Urbana, en el norte de la zona, estará acabada a principios de abril
23 marzo, 2019 00:11Noticias relacionadas
La transformación de la plaza de Les Glòries se empieza a hacer visible a los ojos de los ciudadanos. El parque de la Canòpia Urbana convertirá en una alfombra verde esta zona de Barcelona tomada por las máquinas y los operarios -unos 370 cada día- desde hace años. A principios de abril está prevista la apertura de la zona norte del parque -tras la finalización de la primera fase de obras-, la que se encuentra entre las calles de la Independència y Cartagena, por encima de lo que antiguamente era el tambor de Glòries, ha confirmado a Metrópoli Abierta el director de Modelo Urbano del Ayuntamiento, Ton Salvadó.
El césped de lo que se ha bautizado como la Gran Clariana ya se ha colocado en gran parte. En total se ha actuado sobre una superficie de 45.860 metros cuadrados, de los que 20.410 metros cuadrados son de zona verde. La Gran Clariana, con otro acceso desde la calle Dos de Maig, es una explanada verde de una hectárea que estará rodeada de un paseo con árboles para peatones y bicis -la rambla de los Encants, que conectará en un futuro el norte y el sur del parque-, una zona de juegos infantiles, un espacio lúdico-deportivo para jóvenes -con mesas, pista, lavabos, bar y préstamo de material deportivo- y un pipicán. Algunos de estos espacios, como la zona deportiva y la Gran Clariana, podrán cerrar por la noche.
EL TAMBOR, PARQUE DE PROXIMIDAD
La segunda fase de obras del parque de la Canòpia Urbana contempla convertir el antiguo tambor de Glòries en un parque de proximidad de 12 hectáreas, "donde se fomentará el uso del transporte sostenible y el verde urbano. Además, se conservarán elementos históricos del patrimonio industrial convirtiéndolos en edificios protegidos y equipamientos para el barrio", según el Ayuntamiento. Sin embargo, este proyecto tendrá que esperar a que se finalicen las obras de los túneles, en 2021, precisa Salvadó.
LOS TÚNELES, EN MARCHA
El estreno del parque, al que se sumará también en abril la reforma de la avenida Meridiana entre Glòries y la calle de Mallorca, coincide con la aprobación, en comisión municipal, del proyecto ejecutivo de las instalaciones y acabados de los túneles que cruzarán la plaza de Les Glòries. Se trata del último plan al que se debe dar el visto bueno para finalizar las obras. Esta fase de los trabajos se iniciará a finales de octubre de 2019 y, si no se produce un nuevo cambio de fechas, los túneles deberían estará operativos el primer trimestre de 2021.
Los dos túneles de Glòries tendrán dos bocas independendientes, situadas en la calle de Castillejos (lado Llobregat) y a la altura de la Rambla del Poblenou (Besòs). Cada infraestructura dispondrá de tres carriles de circulación -por los que se espera que pasen 90.000 coches diarios- y tendrá una longitud de 958 metros. En cada túnel habrá cuatro salidas de emergencia y dos salas técnicas. Esta fase del proyecto tendrá un coste de 28,97 millones de euros. El total de las obras de este mandato asciende a 180 millones. Algunos tramos de los túneles se están construyendo 25 metros por debajo de la rasante de la plaza.
INDEMNIZACIÓN A LAS EMPRESAS DE CUATRO MILLONES
Durante un año, entre 2017 y 2018 las obras de los túneles de Glòries se paralizaron. El gobierno de Ada Colau rescindió el contrato con las constructoras por retrasos y sobrecostes -por encima de los 100 millones, también por errores en los planos municipales- en abril de 2017. La adjudicación, llevada a cabo a finales del mandato de Xavier Trias, también se vio envuelta por la trama del 3%. Altos cargos de la empresa municipal BIMSA fueron imputados y el magistrado llamó a declarar a dirigentes del equipo municipal de Trias, entre ellos a su mano derecha, el exconcejal Antoni Vives. Ante esta situación Colau decidió poner fin a los contratos y el consistorio se quedó tres millones de euros por daños y perjuicios. El caso acabó en los tribunales y el pasado 13 de marzo, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Barcelona, condenó al Ayuntamiento a indemnizar a la UTE de empresas por valor de más de cuatro millones de euros.
Fuentes municipales han indicado que BIMSA está estudiando recorrer la sentencia en defensa del interés general "para poder acreditar que los 7,9 meses de retraso son imputables al contratista" y que se pueda reafirmar "judicialmente que el retraso es una causa justificada en la resolución del contrato". Las mismas fuentes niegan que se haya tenido que indemnizar a los contratistas y que de los cuatro millones que tiene pagar unos tres corresponden a los importes retenidos por daños y perjuicios. Según el Ayuntamiento, la sentencia desestima "casi el 90% de la reclamación del contratista", pero declara "improcedente la resolución del contrato por no estar bastante justificado el retraso que se le imputó al contratista".
Los descritos son los últimos episodios de la actual transformación de la plaza de Les Glòries, que se empezó a gestar en los despachos en tiempos de Joan Clos como alcalde hace 16 años y ha sobrevivido a Jordi Hereu, Trias y Colau. El proyecto se ha gestado con mucha lentitud, tanto que, en distintos momentos, ha sacado de quicio, y con razón, a las asociaciones vecinales. En 2007, con Hereu como alcalde, las entidades y el Ayuntamiento firmaron el documento Compromís per Glòries, que marcaba la hoja de ruta en la transformación de la plaza. Los plazos no se han cumplido ni por asomo, los sobrecostes se han disparado y, hasta ahora, no se ha explicado con exactitud qué cantidad de dinero público se lleva gastado en la reforma de Glòries. Se trata de un proyecto fracasado que se prolonga desde que en 1859 Ildefons Cerdà ideó el nudo viario por primera vez en 1859, recordaba en Metrópoli Abierta la periodista Cristina Palomar en abril de 2017.
'COMPROMÍS PER GLÒRIES'
Compromís per Glòries recogía que la plaza estaría lista en 2013, y los equipamientos, en 2010. Por el camino se han quedado proyectos importantes como el Edifici Ona, que tenía que albergar oficinas municipales, y que no se materializó por la crisis de hace una década, y la mayoría de equipamientos, con la excepción de la biblioteca del Clot, están por hacer. "Los proyectos están en marcha y está previsto reconvertir algunas viejas naves del industriales del entorno en equipamientos", subraya Salvadó.
La web municipal informa que en diciembre de 2016 se llevó a cabo la modificación del Plan General Metropolitano con algunos nuevos requerimientos, pero con muchas similitudes. Como hace una década, la intención es levantar 1.000 pisos entre privados y públicos -alguna de las promociones ya está acabada y otras están en marcha-, y contempla un CAP, una guardería, la ampliación del CEIP Els Encants, una residencia o pisos para gente mayor, la recuperación de una nave de la calle de de Cartagena y el mantenimiento de la Fàbrica de los Paraigües, que se podría convertir en un centro de formación profesional de diseño. La mayoría de estos proyectos no tienen calendario.
Con los años, en la plaza se han ido materializando algunos cambios. Algunos de los más importantes fueron el cierre del depósito de la grúa y el aparcamiento en 2008, previo al inicio del derribo del tambor viario, que se culminó en 2014. También se ha construido el edificio del Museu del Disseny, inaugurado en 2014 y conocido popularmente como La Grapadora porque quedaba enganchado al puente elevado de tráfico que hace unos años atravesaba Glòries, y se ha puesto en marcha el mercado de los Encants, que abrió las puertas en septiembre de 2013.