Incrementa el consumo de heroína en las narcosalas de Barcelona
Pese a las operaciones contra el narcotráfico, este estupefaciente gana peso en la ciudad condal
16 agosto, 2019 00:00Noticias relacionadas
El consumo de heroína ha aumentado significativamente en las narcosalas de Barcelona. Según han informado fuentes internas de la Guardia Urbana a Metrópoli Abierta, cada vez se toma más este tipo de estupefaciente en los espacios de consumo supervisado. Los agentes policiales consideran que el repunte de heroína podría deberse a la llegada a la ciudad condal de personas de Europa del Este, pertenecientes a sociedades muy habituadas a esta sustancia.
Otra de las razones por las que se podría haber incrementado la adicción a esta droga es su bajo coste. A día de hoy, un gramo de heroína puede encontrarse casi a la mitad de precio que el de la cocaína (alrededor de 35 y 60 euros, respectivamente). Esta droga volvió a ponerse de moda tras la crisis, los drogadictos dejaron de comprar estupefacientes de lujo y se pasaron a las drogas low cost para así poder mantener su adicción, a pesar de la complicada situación económica.
UNOS EFECTOS DEVASTADORES
La heroína es un opioide, una droga depresora al igual que el alcohol, pero con un efecto mucho más devastador. Esta es administrada por vía intravenosa mediante inyección y su efecto puede ser entre dos y cuatro veces más potente que la morfina. Tiene un efecto narcótico pronunciado y se caracteriza por producir una dependencia psicológica y física intensa a un ritmo muy acelerado, siendo considerada una de las drogas más adictivas y dañinas.
Según confirman algunos estudios médicos, el consumo de heroína a largo plazo provoca el deterioro de la materia blanca del cerebro. Este proceso degenerativo puede afectar a la habilidad para tomar decisiones, la capacidad de regular el comportamiento y las respuestas generadas ante situaciones de estrés.
HEROINÓMANOS, UN NUEVO GRUPO PELIGROSO
Fuentes internas de la policía local han confirmado a Metrópoli Abierta que los heroinómanos, al igual que muchos otros adictos a las drogas, se han convertido en uno de los grupos más peligrosos de la sociedad. Aseguran que a causa de las consecuencias que tiene el estupefaciente, algunos de sus consumidores generan comportamientos agresivos que desencadenan en acciones delictivas o hechos perjudiciales.
Los ciudadanos de Barcelona están hartos de ver como los toxicómanos se pinchan en plena calle (incluyendo zonas inflantiles) u ocasionan miedo a los transeúntes. Tras la inacción o el fracaso de las políticas en los últimos mandatos municipales, los vecinos han tomado sus propias cartas en el asunto, y algunos hasta revelan “pactar” con los mismos drogadictos para evitar mayores problemas.
OPERACIONES ANTIDROGAS
El pasado 20 de junio los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana y la Policía Nacional llevaron a cabo la mayor operación policial hecha nunca en España contra los narcopisos. El despliegue tuvo como objetivo erradicar el tráfico de heroína en el epicentro de la droga en Barcelona, el Raval. Los investigados fueron vendedores ambulantes de bebidas y su estructura criminal, la mayoría de nacionalidad paquistaní. El dispositivo estuvo destinado para clausurar 35 puntos de venta y almacenes de droga. Más de 1000 efectivos de los diferentes cuerpos policiales tomaron a primera hora de la tarde el barrio del Raval para acabar con los puntos de venta que masifican la zona.
Pese a todas las acciones policiales, la marihuana, el éxtasis, el hachís, la heroína, y las demás sustancias, se siguen vendiendo a diario. Albert Batlle, teniente de alcalde de seguridad del Ayuntamiento, ha iniciado su andadura en el consistorio con dos objetivos clave: el cese de los narcopisos y del top manta, dos de las asignaturas pendientes que le quedaron a Ada Colau como jefa de seguridad de la ciudad de Barcelona.
PLANES DE ACTUACIÓN
En 2017 la Agència de Salud Pública y el Consorcio de Salud de Barcelona abordaron un plan de acción para disminuir el consumo de drogas en la ciudad desde la fecha hasta 2020. Las medidas que los organismos proponían al Ayuntamiento eran: romper el estigma, abordar el problema en la ciudad a través de una política transversal, promocionar la salud y la prevención y mejorar la inclusión social de las personas drogodependientes.
Por las cifras de drogodependencia que salen a la luz y la información afirma la Guardia Urbana, la situación no ha mejorado en Barcelona. La ciudad sigue teniendo un grave problema de consumo y de venta ilegal de estupefacientes.
BARCELONA, LA CAPITAL DE LA DROGA
La capital catalana tiene fama de ser una de las metrópolis más accesibles para comprar narcóticos y alucinógenos. A ojos del mundo, Barcelona, se ha convertido en la capital de la droga, y este dato ha hecho que aparezca una nueva variante de veraneantes. Atentos a las nuevas modas, los lateros han querido hacerse hueco en este mercado, y quitar el puesto a los camellos. Se han convertido en los recaderos principales: recogen las sustancias de los narcopisos para venderlas a plena luz del día en puntos turísticos como la Rambla o la playa.