La crisis de seguridad que vive la ciudad de Barcelona levanta opiniones y críticas por parte de la oposición en el Ayuntamiento. El líder del Partido Popular de Catalunya, Alejandro Fernández ha señalado la supuesta culpable de esta situación. Ha acusado a la alcaldesa Ada Colau, hasta hace unos meses jefa de seguridad en el consistorio de la ciudad condal, de haber generado un "efecto llamada" para "las personas que tienen como vocación la delincuencia" con las políticas promovidas en sus primeros cuatro años de gobierno.

CIUDAD "SIN LEY"

El portavoz del PPC ha confirmado que la imagen que se tiene de Barcelona es la de una ciudad "sin ley" y que esto ha generado un efecto llamada a todas las personas que tienen como vocación la delincuencia o el constante incumplimiento de las normativas", ha sostenido en una entrevista en Efe.

Fernández ha alegado que la "permisividad" respecto a colectivos como los okupas o los manteros han provocado que Barcelona sea vista como una ciudad demasiado blanda con quien incumple la ley, y que eso habría animado a los delincuentes a instalarse en la metrópolis. 

COLAU RECTIFICA

El líder del Partido Popular en Catalunya ha asegurado que la situación y el aumento de percepción de inseguridad es "responsabilidad exclusiva" de Ada Colau. Aunque ha apuntillado que la alcaldesa ha empezado a corregir "sus actitudes negligentes" tras su reelección. 



"Colau ha hecho de bombero-pirómano. Primero se ha dedicado durante cuatro años a esa pedagogía contraria a la seguridad ciudadana y ahora, que ha visto que el tema se le iba de las manos, ha fichado a una persona razonable, que tiene experiencia en este ámbito", ha opinado.



El líder de los populares catalanes se refiere al nombramiento de Albert Batlle, exdirector de los Mossos d'Esquadra, como responsable de la seguridad en la capital catalana. "Es una persona que tiene experiencia y que es razonable cuando habla de seguridad ciudadana, pero ahora mismo no tiene la capacidad para revertir la situación", ha lamentado.



Este diagnóstico -que el equipo municipal está "absolutamente desbordado"- es lo que, según Fernández, ha empujado a los populares a reclamar que se destinen refuerzos de la Policía Nacional y la Guardia Civil a Barcelona. "Se puede coordinar perfectamente desde la Junta de Seguridad Local que preside la alcaldesa", ha apostillado.

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